EL CRITERIO AMBIENTAL DOMINA LAS OBRAS DE KLAUS MÜLLER


Su formación como técnico de construcción le ha dado conocimientos para crear edificaciones y muebles.


Klaus Müller llegó al estado Sucre desde la Selva Negra alemana en 1964 como voluntario social. Trabajó con un sacerdote católico en Tunapuy, donde se enamoró de esa tierra de sol abrasador y allí se estableció.

Se quedó en Venezuela trabajando en la siembra, en proyectos de conservación ambiental y en la construcción y fabricación de mobiliario con criterios sostenibles para el trópico húmedo. Desde mediados de los años setenta inició un campamento ecoturístico en Guaraúno, para el que concibió espacios arquitectónicos que consideran el ahorro de energía y la adaptación al clima sucrense.

Al inicio desarrolló en su campamento la observación de aves, posteriormente ha incluido otras tareas como el apoyo a las salidas de campo de estudiantes y profesores de la Universidad de Oriente (UDO) al Parque Nacional Turuépano, que él ayudó a crear y continúa defendiendo.



Con artesanía

Este alemán de nacimiento, pero de corazón venezolano, reconoce que ha diseñado durante un buen trecho de su vida: “los primeros muebles los creé entre 1970 y 1971, para mí. He estudiado cómo hacerlos adaptándolos a los recursos del clima tropical húmedo”, cuenta.
“Mis muebles permiten que corra la brisa a través de las rejillas que forma la fibra entrelazada en camoaro, técnica que aprendí con los artesanos de la zona”, indica Klaus. “Quedaban muy pocos de ellos en los años setenta, y en cierta manera, este tipo de tejido ha sido rescatado en mi trabajo”.

También hay piezas que incorporan la fibra tirite, trabajada por la etnia indígena Warao de tal manera que forman dibujos lineales geométricos sobre una superficie clara, lo cual confiere una belleza especial a detalles como el tope de una mesa o los paneles de un parabán.

Esta integración con la artesanía parte del encuentro con la tropicalidad, “es una búsqueda de la identidad local, sin la nostalgia del pasado, pero sí con una total identificación con el entorno”.

Otra particularidad de estos muebles es la incorporación de sistemas móviles que articulan ciertas piezas como los respaldares o los apoyabrazos: “Una vez que se me ocurre cómo es el mueble, concibo el mecanismo que le da movilidad. Este es un proceso que tarda meses de reflexión, que consiste en ir simplificando las ideas hasta que no se puede más. Es una especie de austeridad voluntaria”, explica.

El proceso creativo culmina con la fabricación de prototipos funcionales en escala 1:1, que permiten continuar el perfeccionamiento de los mecanismos móviles y las dimensiones. “Para mí, lo utilitario es imprescindible. Hago muebles durables, pero con criterio estético”, apunta.



Ecológico y sostenible

Los muebles de Müller son el resultado del uso racional de los recursos renovables, a través del empleo del material que más abunda en la zona: la madera. Este aspecto le suma un valor especial a estos muebles en una época de enchapados. Carapo, algarrobo, apamate, cabimbo y pui, son sólo algunas de las especies maderables autóctonas empleadas, que brindan una amplia riqueza cromática, de texturas y durezas.

Müller está consciente de que un árbol tarda muchos años en crecer, por lo tanto, diseña objetos tan resistentes en la estructura como a la moda: “mis muebles no sólo son fuertes, sino también visualmente intemporales, clásicos”. Para lograrlo, se vale de la estilización formal y la combinación con la estética indígena, limpia y milenaria.



“Es racional usar madera siempre que se reforeste, pero no como monocultivo”, afirma. Es consecuente al compromiso ambiental y se aboca a la siembra de árboles maderables con varias intenciones, tales como su aprovechamiento como materia prima y la recuperación de fuentes de agua.

Entre los proyectos promovidos por Müller se cuenta la instalación de viveros forestales escolares, en conjunto con el Ministerio de Educación, el Ministerio del Ambiente y la Corporación Andina de Fomento (CAF), con el objetivo de fomentar en las comunidades de su zona, la conciencia forestal y la noción de diversidad biológica.

Contactos: (0412) 7145367 / (0212) 4215028.