ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE EL DISEÑO INDUSTRIAL EN MÉRIDA

La semana pasada tuve la oportunidad de viajar a la ciudad de Mérida, en el extremo Occidente de Venezula, invitada por la Escuela de Diseño Industrial de la Universidad de Los Andes (EDI-ULA), para dictar una charla en el marco de su aniversario.

Tenía 5 años sin visitar la escuela, pero afortunadamente me he mantenido todo este tiempo en contacto con profesores y estudiantes, por lo que siempre he obtenido información sobre las actividades que desarrollan. Digo afortunadamente porque en la EDI-ULA se desarrolla investigación y reflexión sobre el diseño industrial  y muchos egresados se convierten en emprendedores. Un ejemplo es Lock Man Yee, quien se asoció hace poco más de un año, con el arquitecto Giovanni Di Tillio, para trabajar en el laboratorio Un8, y aprovecho esta mención para colocar el enlace a una revista digital argentina sobre diseño. Basta con clickar el título de esta nota y se despliega una entrevista a Lock y Giovanni.

Otro ejemplo es Viviana Moreno, quien habló en un ciclo de charlas organizados por su escuela, sobre por qué el diseño es su "parejo", es decir, su amor, así como sobre los proyectos que está desarrollando y aquellos que le gustaría realizar. También tuve la oportunidad de escuchar al profesor Raúl Rodríguez conversar sobre las series cortas y su visión optimista en nuestro contexto tan enrarecido. Y la verdad es que en Venezuela está todo por hacer (y en esta onda revolucionaria destructiva, cada vez surgirá más), por lo que hay no muchas, sino demasiadas oportunidades para el diseño industrial.

Antes de mi llegada también expusieron sus ideas Sergio Alonso, Darwin olina, Keyla Torres y Luisa Sivoli, todos muy jóvenes y con mucho empuje.

La directora de la Escuela,  Ruth León, me comentó acerca de cómo van adelantando el Master en Diseño, gestión y desarrollo de productos, que abrieron en convenio con la Universidad Politécnica de Valencia, España. Todo marcha sobre ruedas, pese a los apagones.

También reconforta conocer las publicaciones que surgen como resultado de las investigaciones emprendidas por los docentes, como las facilitadas por los profesores Wilver Contreras Miranda y María Elena Owen, y anoto los títulos, porque considero que todo diseñador industrial venezolano que se respete, debería tenerlos en su biblioteca:

- El diseño industrial desde el Art Nouveau hasta el Art Déco y su posible correlación con Venezuela.
- El diseño industrial. Conceptualización a través de sus principales autores y una aproximación conceptual a Venezuela.
- El diseño industrial. Desde la revolución industrial hasta los Shakers y su posible correlación con Venezuela.

Este dúo de autores además se ha sensibilizado por el tema ambiental, produciendo la publicación digital Ecodiseño & sostenibilidad.

Cambiando el rumbo de mis ideas sobre este viaje, al final de mi charla hubo comentarios y preguntas interesantes. Entre las apreciaciones, quedó para mí la reflexión sobre cómo los periodistas venezolanos abordan el diseño. Como doliente del tema, aunque no sea diseñadora de formación, considero que la óptica de nuestros medios de comunicación social suele ser frívola, ya que el diseño es exaltado por ser "trendy y fashion". Se ha conviertido en tema de culto entre cierto público que le gusta estar en lo "in", resaltando así el diseño de modas, que incluye vestimenta y accesorios. Al diseño gráfico suelen confundirlo con arte y el diseño industrial es prácticamente invisible, haciéndole ojitos de vez en cuando al mobiliario, pero si es del caro, mejor.

Nuestros periodistas desconocen las dimensiones sociales, económicas y productivas del diseño. Hasta los momentos no he leído o visto alguna reseña que hable del diseño como una herramienta para aumentar la calidad de vida de la gente normal, del ciudadano que patea la calle. Pienso que la sensibilización de nuestro público general hacia el tema vendrá -entre otras maneras y estrategias- cuando se le dé un giro a esta visión bastante reduccionista del diseño