Este año la Maizina Americana, “gran producto nacional” como cantaba el jingle que aún muchos recuerdan, cumple un siglo. Cien velitas para una marca que ha tallado una tradición que se refleja en la cocina y en el imaginario venezolano.
Lo realmente llamativo es que durante este trayecto la caja amarilla con el águila impresa ha permanecido casi inalterable. Digo “casi”, porque a lo largo de su historia la Maizina Americana apenas ha recibido dos “retoques o refrescamientos”, tal como se dice en el argot del diseño, y en el de la cirugía plástica, por cierto.
Y es que pese a sus discretos cambios, el empaque y el emblema de la Maizina Americana han sido reconocidos como piezas imprescindibles de nuestra historia del diseño. Así se subraya en DGV 70-80-90, catálogo de una exposición homónima que fue montada en el año 1996 en el Centro de Arte La Estancia, cuando esta institución se especializaba en promover el diseño gráfico y el diseño industrial. Igualmente así lo resaltó el diseñador e investigador Jacinto Salcedo en uno de los textos publicados en Marcas. Identificadores gráficos en Venezuela.
No se conoce quien diseñó el empaque original de 1910, por lo tanto, se considera “anónimo”.Sin embargo podemos indicar que se tomó como referencia para el desarrollo gráfico, el nombre de la marca de fábrica -El Águila-, fundada por don Santiago Alfonzo Rivas.
El águila de alas desplegadas dibujada en el empaque original es un icono plasmado a la manera heráldica: flanqueada a los lados por motivos vegetales enlazados en la parte inferior, una banda o “grito de guerra” y dos flechas en sus garras.
En DGV 70-80-90 se indica que en 1972 José (Pepe) Cremades realizó el primer retoque. Este dato lo confirmé personalmente cuando realizaba la investigación para la Megaexposición I. Cremades es uno de los pioneros en el área del “packaging” –o diseño de empaques- en nuestro país. Fue docente del Instituto de Diseño Neumann (IDD) y durante los años setenta y ochenta su estudio era la principal referencia en esta disciplina.
Cremades refirió que para la Maizina Americana limpió la imagen del águila, haciendo de ella una síntesis. La caja amarilla y la bolsa de papel violeta no fueron tocadas. Treinta y siete años después, en el preámbulo centenario, la empresa Alfonzo & Rivas vuelve a encargar un refrescamiento para su marca fundacional, pero en esta ocasión (2009) contrata a Nasa. Venezuela es otra y el diseño gráfico nacional ha crecido.
Rafael De Yavorsky y Jaime Tugues constituyeron Nasa como una agencia dedicada a la consultoría de imagen. Ambos señalan que en esta ocasión se simplificó mucho más la gráfica, disminuyendo las espigas laterales y eliminando las flechas, pero sin modificar la posición del gran ave. También depuraron el logo de Maizina Americana, empleando una tipografía estilizada.
No realizaron cambios drásticos porque el cliente solicitó mantener la misma línea que los ha identificado siempre: los estudios de mercadeo indican que este producto está fuertemente relacionado con valores tradicionales del venezolano. Lo interesante de este caso es que aunque los retoques “actualizaron” la marca, han sido imperceptibles para los consumidores. Meta conseguida.
No realizaron cambios drásticos porque el cliente solicitó mantener la misma línea que los ha identificado siempre: los estudios de mercadeo indican que este producto está fuertemente relacionado con valores tradicionales del venezolano. Lo interesante de este caso es que aunque los retoques “actualizaron” la marca, han sido imperceptibles para los consumidores. Meta conseguida.
Por otro lado, este producto se ha adaptado a la dinámica de nuestro mercado hasta el punto de que se ha constituido la Línea Maizina Americana, que ampara los segmentos infantil, cocina, repostería, panquecas y natillas. Además, en esta celebración podremos disfrutar de “la campaña de las décadas”, en la que el empaque se vestirá con los estilos del diseño más resaltantes en estos cien años. También se publicarán un libro y un recetario.
A mí en particular, como investigadora, me seduce comparar cómo evoluciona visualmente una marca en el tiempo, saber a qué estrategia se debieron los cambios, quién los hizo y concatenar toda esa información con el contexto del país. La excepcionalmente dilatada existencia de Maizina Americana así lo permite. De esa manera, se va construyendo la historia del diseño venezolano.
Datos
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• El Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez organizó en el año 2005 la exposición Marcas. Identificadores gráficos en Venezuela, con 67 piezas que fueron seleccionadas por Rómulo Moya (Ecuador), Félix Beltrán (México), Joan Costa (España) y Carlos Cruz-Diez. El catálogo, que se pasea por la creación marcaria en nuestro país desde principios del siglo XX hasta el siglo XXI, puede ser adquirido en la tienda de este museo enclavado en la Avenida Bolívar.
Artículo publicado en la revista Marcas, edición No 29.