UNA CAMPAÑA POLÍTICA DE DISEÑO IMPECABLE

[1 a 7 de mayo] El diseño gráfico se aplica hasta en la política. Para esta semana sale del baúl cuartorrepublicano la memorable campaña presidencial del SI.

El artìfice de esta campaña presidencial fue el argentino Juan Fresán.

Hace tres años realicé una recopilación sobre la propaganda del chavismo. Armé una ponencia basada en la lectura de textos sociológicos sobre populismo y autoritarismo, en el intento de hilvanar una explicación sobre cómo un discurso político específico se podía manifestar gráficamente. Cuando expuse públicamente el tema, hubo diseñadores que negaron el nexo del diseño con la propaganda. Nada más alejado de la realidad.

Así lo pueden corroborar los asesores de los políticos, quienes orquestan campañas que integran contenido y forma (estrategia de comunicación que debe ser presentada atractivamente públicamente) en pos de un objetivo: ganar votos.

Y como ya estamos discutiendo sobre la campaña presidencial para las elecciones del 2012, me pareció interesante resaltar esta semana un ejemplo sobresaliente a nivel de diseño: el SÍ de Lusinchi, ideado por el publicista argentino Juan Fresán.

Para ello voy a parafrasear la fascinante anécdota sobre este caso, registrada por Aquiles Esté en el catálogo DGV 70.80.90, producido en 1996 por ese Centro de Arte La Estancia que cultores del diseño como yo, extrañamos muchísimo.

Fresán iba para España, pero le tocó pasar una noche en Venezuela. Subiendo hacia Caracas vió una pinta con el eslogan "Jaime es como tú". Una vez en la capital encontró a Armando Durán y le comentó: "Dile a Consalvi que eso es una tremenda p... La gente no quiere elegir a alguien que es como uno, la gente pide a un presidente que sea mucho más que uno, ¿entiendes?".

Ese comentario bastó para que lo contrataran. Entonces propuso un "diseño sonoro". Pidió a tres que gritaran CAL-DE-RA, CAL-DE-RA, y después hizo gritar: LU-SIN-CHI, LU-SIN-CHI, y multiplicó por diez el sonido de esas voces en ambos casos.

En el partido puso el cassette con la prueba y preguntó:
-¿cuántos gritan Caldera?-. Le respondieron:
-Doscientas personas.
-Ý aquí ¿cuántas gritan Lusinchi?
-Cincuenta.

Allí les dijo que se olvidaran, que un apellido que tiene tres vocales cerrradas no puede competir con uno de tres vocales abiertas.  Entonces resaltó el punto positivo, el SÍ ubicado justo en la mitad. Así surgió la estrategia que comenzó como una campaña de intriga, invadiendo ciudades enteras con el graffiti SÍ, SÍ, SÍ.

Luego, Fresán extrajo del diccionario palabras que tenían el SÍ metido, como preSIdente, poSItivo. "Nosotros aparecimos con esa sílaba y con esta tipografía que es la que usaron Mussolini, Hitler y Stalin, que es la egipcian". La campaña se complementó a nivel auditivo con una marcha militar.

La estrategia gráfica fue completada con la escogencia de los colores rojo, azul y blanco, "que son los tonos de la bandera francesa, la americana, la pepsicola, la coca-cola, los colores que más venden", señaló Fresán en el texto mencionado.

Su meta final consistió en incluir el SÍ en el tarjetón electoral para promover el voto entre los analfabetos. "Fue una dura pelea, que conseguimos ganar gracias al carácter natural e invasivo de toda la campaña. Eso es diseño...".


Como punto final me parece relevante mencionar que Lusinchi obtuvo 55,37% de los votos y que al final de su gestión, las encuestas registraban una aceptación de su gobierno del 65%. Esos datos los menciona Miriam Kornblith en el libro Las crisis de la democracia.