El estudio de Gabriela Neri es uno de los que ha ejecutado lo que llamamos "megamarcas", es decir, marcas grandes y ultra conocidas en Venezuela.
Después de la muerte de Franco no se halla en nuestra historia del diseño otro hacedor de marcas prominente hasta la década del noventa. A mi juicio, y con fundamento en lo que he podido investigar sobre el estado de ese tema en la actualidad, destacan dos mujeres: Gabriela Neri, dueña de Neri Design Group y Anita Reyna, quien ha trabajado con Future Brand. Otra oficina que ha sobresalido durante los últimos años se llama Nasa.
Gabriela Neri estudió en el Philadelphia College of Arts. Vive en Nueva York y viaja a Caracas varias veces al año para atender sus clientes en nuestro país. El objetivo de su empresa –Neri Design Group– es crear marcas fuertes, perdurables y universales, tal como ha hecho con Banesco, Banco Caracas, BFC, Conferry, GamaExpress, Farmatodo y la Cadena Capriles.
En mis clases de Historia del Diseño Gráfico suelo asignar como trabajo final un afiche sobre el diseño venezolano. Doy a los estudiantes una lista de profesionales para que escojan uno, e increíblemente a “Gabriela Neri se la pelean” porque los chicos caen hechizados ante sus robustos aportes.
El diseño de marcas en Venezuela ha sido asumido en años recientes por estudios especializados que han arrebatado esta labor a las agencias publicitarias. Si nos asomamos por los predios históricos hallamos a Jesús Emilio Franco, quien “emblematizó” el país en los sesenta y setenta.
Neri explica sobre la creación marcaria: “Nosotros escuchamos y aprendemos del cliente y del mercado donde está ubicada esa persona o compañía. Es preciso ver la imagen de otras empresas, además de saber qué le gusta al cliente. Hay una serie de procedimientos que nosotros aplicamos para obtener la materia prima para diseñar. Entonces comenzamos a producir ideas que se van afinando hasta llegar al resultado definitivo”.
La diseñadora dice que su trabajo no se circunscribe a un logotipo, porque su finalidad es crear sistemas que lo cubran “todo”, tal como ocurrió originalmente con Banesco hace dos décadas atrás, para el que además de concebir la “B” bicolor que revolucionó la banca venezolana, hizo catálogos, afiches, señalización externa e interna, uniformes hasta para las empleadas embarazadas y el manual corporativo que indica cómo debe ser usada la marca.
Después de la muerte de Franco no se halla en nuestra historia del diseño otro hacedor de marcas prominente hasta la década del noventa. A mi juicio, y con fundamento en lo que he podido investigar sobre el estado de ese tema en la actualidad, destacan dos mujeres: Gabriela Neri, dueña de Neri Design Group y Anita Reyna, quien ha trabajado con Future Brand. Otra oficina que ha sobresalido durante los últimos años se llama Nasa.
Gabriela Neri estudió en el Philadelphia College of Arts. Vive en Nueva York y viaja a Caracas varias veces al año para atender sus clientes en nuestro país. El objetivo de su empresa –Neri Design Group– es crear marcas fuertes, perdurables y universales, tal como ha hecho con Banesco, Banco Caracas, BFC, Conferry, GamaExpress, Farmatodo y la Cadena Capriles.
En mis clases de Historia del Diseño Gráfico suelo asignar como trabajo final un afiche sobre el diseño venezolano. Doy a los estudiantes una lista de profesionales para que escojan uno, e increíblemente a “Gabriela Neri se la pelean” porque los chicos caen hechizados ante sus robustos aportes.
El diseño de marcas en Venezuela ha sido asumido en años recientes por estudios especializados que han arrebatado esta labor a las agencias publicitarias. Si nos asomamos por los predios históricos hallamos a Jesús Emilio Franco, quien “emblematizó” el país en los sesenta y setenta.
Neri explica sobre la creación marcaria: “Nosotros escuchamos y aprendemos del cliente y del mercado donde está ubicada esa persona o compañía. Es preciso ver la imagen de otras empresas, además de saber qué le gusta al cliente. Hay una serie de procedimientos que nosotros aplicamos para obtener la materia prima para diseñar. Entonces comenzamos a producir ideas que se van afinando hasta llegar al resultado definitivo”.
La diseñadora dice que su trabajo no se circunscribe a un logotipo, porque su finalidad es crear sistemas que lo cubran “todo”, tal como ocurrió originalmente con Banesco hace dos décadas atrás, para el que además de concebir la “B” bicolor que revolucionó la banca venezolana, hizo catálogos, afiches, señalización externa e interna, uniformes hasta para las empleadas embarazadas y el manual corporativo que indica cómo debe ser usada la marca.
Posteriormente la
volvieron a llamar para que acometiera la marca de Unibanca, que
más adelante volvió a denominarse Banesco, pero con la imagen de la
primera, que es lo que se mantiene vigente. Cuando conversé con ella, hace dos
años atrás, aclaró que no es responsable de esa aberración gráfica llamada
Banesquín. Esto último lo asevero yo, no ella, pero es bueno decírselo a esta
empresa que todavía "jura que se la está comiendo" con esta terrible
mutación de una identidad gráfica que fue concebida con pulcritud y buen
criterio visual.
Como cierre, muestro algunas otras marcas con sus aplicaciones, concebidas por Neri Design Group. Todas las imágenes fueron proporcionadas por el estudio en Caracas.
Neri rediseñó el identificador gráfico de la Cadena Capriles. El anterior fue realizado por Jesús Emilio Franco. Acá se muestra la aplicación del emblema renovado. |