Si a los arquitectos y diseñadores se les diera entera libertad, crearían y
recrearían constantemente el entorno. Leonid Lucenko no es la excepción.
Esta tendencia luce en él acendrada por los avanzados estudios de
arquitectura que abandonó para finalmente obtener el título en diseño
industrial, una decisión que aún considera acertada. Lo interesante es que ha
podido ejercer ambos oficios en la remodelación y construcción de casas,
apartamentos y espacios comerciales.
Para Lucenko la principal diferencia entre ambas disciplinas es la escala, señalando
que el diseño industrial es más detallado y utilitario porque considera el
comportamiento del usuario para brindarle comodidad a través de los objetos que
lo rodean.
El ser un diseñador con sólidos conocimientos arquitectónicos le otorga una
perspectiva enriquecida para el interiorismo que se centra en la experiencia de
la persona: “Un interruptor debe estar a la altura correcta, la iluminación
debe ser adecuada y para proyectar una cocina
hay que tomar en cuenta el recorrido que se hace en ella”, explica.
El diseño industrial le ha dado las destrezas para generar desde mesas de
centro y closets, hasta cocinas y mobiliario para exteriores.
Sintonía con el cliente
Diseño del letrero exterior. |
Los proyectos de Leonid Lucenko son integrales, porque en la medida de lo
posible, diseña el espacio arquitectónico y su equipamiento. Sin embargo, su
sueño es tener la oportunidad de plasmar completamente su estilo hasta en las
vajillas, tal como hizo el italiano Gió Ponti en la famosa quinta El Cerrito.
Su metodología de trabajo es detallista, concentrándose en obtener la
sintonía con el cliente: “Para mí es importante conversar con él para conocer
sus gustos y su desenvolvimiento cotidiano con el fin de identificarme con lo
que requiere”, señala. También reconoce que hay un componente psicológico que
el diseño debe atender.
El segundo paso es conocer el lugar. Si se trata de una remodelación,
observa cómo es la iluminación natural, la ventilación, ubica las tomas de agua
y electricidad, calcula las medidas.
De allí pasa a los planos 2D y a los renders tridimensionales que permiten
a la persona visualizar la propuesta. Esta herramienta es también útil para
mostrar lo que se debe hacer a los albañiles y otros obreros en obra. Todo este
proceso demora de 2 a 3 meses.
Menos es más
Aunque indica que sus proyectos reflejan al cliente y que su meta es evitar
imponer su criterio, Leonid Lucenko considera que se especializa en
arquitectura moderna con un toque europeo.
“No soy de mezclar estilos”, asevera y “considero el minimalismo como un
estilo de vida que se dirige hacia el tener sólo lo esencial. La mayoría opta
por acumular objetos y aferrarse a ellos, mientras que el minimalismo se
despoja de los excesos”.
Esta línea de pensamiento es visible en la totalidad de los conceptos que
maneja, y se hace visible en el dominio absoluto del blanco, “el
único color verdaderamente neutro”, que generalmente combina con tonos terrosos y algún toque
vibrante en el mobiliario.
Sus propuestas incluyen muebles de líneas limpias, puertas y gavetas que
carecen de tiradores, amplias
superficies lisas, el uso de materiales transparentes y una resistencia al
ornamento innecesario. Los espacios concebidos por Lucenko demuestran con
hechos que “menos es más” hasta el punto que parecen desmaterializarse.
Otro punto en común en los proyectos de Lucenko es el protagonismo que le
da a la cocina, la cual es el espacio en el que la gente pasa la mayor cantidad
de tiempo. Hasta en los apartamentos reducidos, la cocina ocupa un puesto
privilegiado.
Entre las recomendaciones dadas por el diseñador a la persona que desee
construir o transformar su hogar es usar el sentido común para la disposición
de las dependencias y los objetos.
El Teleférico remozado
Leonid Lucenko está involucrado en el Proyecto de Modernización de las
Estaciones del Teleférico de Mérida como diseñador industrial y como diseñador
de interiores.
El teleférico más alto del mundo cuenta con un equipo liderado por el arquitecto Werner Moser que se está encargando de reforzar, remodelar y actualizar las cinco paradas que conducen al turista al Pico Espejo.
Fiel a la estética minimalista, Lucenko propone tonalidades claras
combinadas con la calidez de la madera y la translucidez del vidrio. Incluso
sugiere amoblar el restaurante de la última estación con la célebre silla
Panton.
Publicado el 16 de septiembre de 2012 en el suplemento Espacios de El Nacional. Ver enlace:
http://www.el-nacional.com/espacios/Diseno-integral-sello-minimalista_0_46195412.html