El mortero "Piló" de Identidad Diseño (Mérida). |
Esta entrega es la última. La totalidad del texto fue transcrita literalmente. Para este momento realmente crítico en el país (año 2016), este testimonio histórico nos indica que no supimos comprender el alcance de la descentralización y nos quejábamos de lo que teníamos -por un lado-, mientras que por el otro no podíamos avizorar las dimensiones de la destrucción sistemática que estaba "en proceso revolucionario".
En medio de crisis
La década de los noventa tuvo en Venezuela altibajos políticos y
económicos dignos de una montaña rusa. Hubo diversos momentos críticos, como
las intentonas de golpe de Estado en 1992, el enjuiciamiento a Carlos Andrés
Pérez y su separación de la presidencia o la crisis bancaria. A esto se le unió
el declive de los partidos políticos, una corrupción galopante y un bolívar en
devaluación.
A pesar de este panorama, esta es la época en que el diseño industrial
venezolano obtiene –al fin-, cierta atención, debido a la inauguración del
Centro de Arte La Estancia ,
y en particular por la exposición “Detrás de las Cosas. El Diseño Industrial en
Venezuela”, producto de un proceso de investigación que permitió rastrear
productos en las propias empresas.
La muestra de “Detrás de las cosas” es heterogénea, mostraba la
capacidad creativa y productiva del momento.
Para el cierre
Partiendo del principio de que no existe la “falta de identidad”, es
posible indicar que los productos del diseño industrial venezolano poseen un
perfil cónsono con los momentos en los que se han desarrollado. Los productos
no son numerosos, ni variados en el transcurso de un siglo, concentrándose
principalmente en el rubro del mobiliario, donde es posible apuntar como fecha
de arranque el año 1954.
En general los productos no muestran una identidad ligada con lo
popular, lo tradicional o con las etnias asentadas en nuestro territorio. Más
bien su tendencia es hacia los estilos internacionales. Hay quien pudiera
aseverar en forma de crítica que es un diseño con afán imitativo y de copia,
pero al repasar la tendencia de la identidad del venezolano en el siglo XX, es
posible notar como apenas lógica la apertura hacia estilos foráneos, lo cual se
apega a ese ideal de progreso y modernidad que ha sido estimulado como parte de
las políticas de Estado, aunque no se hayan implementado hasta los momentos,
mecanismos efectivos para desarrollar tecnologías propias, ni para favorecer
una industria manufacturera competitiva.
Sin embargo, en el proceso de regionalización
que se ha echado a andar desde 1989, donde se han visto potenciadas
microempresas artesanales, asociaciones civiles y cooperativas, quizás haya una
fisura por la que pueda penetrar el diseñador industrial, como un profesional
de apoyo a estos procesos productivos y a la afinación de un tipo de productos
con una identidad local fuerte, pensando en el mercado al que va dirigido.
Notas
[1] Este fue el
nombre que ocasionalmente le dio Juan Pablo Pérez Alfonso al petróleo.
[2] Mato, Daniel;
“Crítica de la modernidad: globalización y construcción de identidades”.
Caracas (Venezuela): Universidad Central de Venezuela, Consejo de Desarrollo
Científico y Humanístico, 1995.
[3] Mato, Daniel;
“Teoria y política de la construcción de las identidades y diferencias en
América Latina”. Caracas (Venezuela): UNESCO – Editorial Nueva Sociedad, 1994.
[4] Mato, Daniel;
“Procesos de construcción de identidades transnacionales en América latina en
tiempos de globalización. En: “Teoría y política de la construcción de
identidades en América Latina y el Caribe”. Caracas (Venezuela): Universidad
Central de Venezuela, Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico, s/f.
[5] González
Ordosgoitti, Enrique A.; La construcción de identidades culturales regionales
en Venezuela en la década de los noventa. Tendencias prospectivas. En: “Teoría
y política de la construcción de identidades en América Latina y el Caribe”.
Caracas (Venezuela): Universidad Central de Venezuela, Consejo de Desarrollo
Científico y Humanístico, s/f.
[6] Castillo,
Ocarina; Los años del Buldózer.
[7] Entrevista a
Cornelis Zitman. Caracas (Venezuela), 2003.
[8] Entre el
material disperso, ha sido fructífera el rastreo de piezas en las páginas de
las diferentes revistas sobre arquitectura que han circulado en el país. La
mención de Micost aparece en la revista Espacio
[9] Para la
Revolución Bolivariana , exaltadora de los valores
tradicionales populares.
[10] Barroso
Neto, Eduardo; “Diseño y artesanía:
Límites de intervención”. Brasil, 1999.
[11] Sato,
Alberto; Diseño Industrial. En: Detrá.s de las cosas. El diseño industrial en
Venezuela. Caracas (Venezuela): Centro de Arte La Estancia , 1995.