Un hallazgo fortuito en el ComicCon Caracas dió pie a este breve recuento de lo que conozco sobre ilustración e historieta en nuestro país.
Ilustración y literatura, dibujo y texto se tornan
aliados para darle forma al comic o historieta. Este sábado en el
ComicCon Caracas adquirí el combo de tres números de Althara Dierum, obra
primogénita de Comics AMT, emprendimiento liderado por Andrés Madrid.
Aún sentado en su stand, Madrid contagia de entusiasmo al
visitante. Le brillan los ojos al hablar sobre la revista que produce y comercializa. Él
es el autor de los guiones, editor y distribuidor. En estos últimos meses ha llegado a
tres números que han sido ilustrados por Manuel Velásquez y Henry Colmenarez,
tan jóvenes, autodidactas y creativos como él. Colmenarez autografió mi
ejemplar número tres.
Con Althara
Dierum aumenta mi colección de historietas nacionales, iniciada a finales de
los ochenta con los ocho números de Clips, que compré cuando hice una tesina
sobre el comic venezolano.
Clips fue coordinada
en conjunto por Sandro Bassi y Juan Carlos Darias, con el objetivo de reunir y
mostrar en sus páginas el talento de varios historietistas e ilustradores de la
época.
Además hallé
algunos recortes de los comics que publicaba El diario de Caracas en aquella
misma época, a blanco y negro de lunes a viernes y a color los domingos. Allí
estuvieron El Magistrado de Hallaco, Chopo el perro de la tv de Carlos Sicilia,
TUK y el dinosaurio realizado por Giambattista Russo y El Náufrago de Jorge
Blanco.
La empresa Supercable
editó durante un tiempo Klub SK-4, del Grupo Caracas Comics, que era liderado por
la ilustradora Verónica Ettedgui. Fue un producto dirigido al público infantil
que relataba las peripecias de un grupo de amigos.
En años más
recientes la hiperproductiva merideña Carolina Rodríguez impulsó el grupo
Comics Mitos Urbanos que produjo la historia del santo malandro Machera. El
librillo contiene historias breves sobre ese personaje ilustradas por Rafael
Marquina, Leonardo González, Arturo Marquina y José Méndez, con diferentes
estéticas.
Igual a lo que logró
Clips a finales de los años ochenta, Comics Mitos Urbanos llevó la historieta a
salas expositivas en el 2005, período en el que también nació Zuplemento, dirigida por Sergio Almendro, donde las
historietas se alternaban con algunos artículos sobre autores internacionales e
historia de la “tiras cómicas” nacionales.
Para cerrar debo mencionar el esfuerzo de la división GM Comics de la editorial Macpecri por producir historietas en el país. Hasta los momentos han sacado los títulos Micauro y Combate Go! (aún no los he comprado, tengo esa deuda con mi biblioteca).
El punto en común de estas publicaciones es que los trabajos han sido realizados primordialmente por autodidactas, o por ilustradores formados en academias y escuelas de arte y diseño unidos por amor a este género gráfico.
El punto en común de estas publicaciones es que los trabajos han sido realizados primordialmente por autodidactas, o por ilustradores formados en academias y escuelas de arte y diseño unidos por amor a este género gráfico.