ALGUNAS PAUTAS DEL DISEÑO DE INFORMACIÓN EN VENEZUELA


Karmele Leizaola diseñó los primeros números de la revista Imagen  y el cabecero que ésta mantuvo en su etapa inicial.

El viernes 25 de noviembre dicté el seminario Introducción del diseño gráfico para comunicadores sociales, en el que me planteé el objetivo de brindar información de historia del diseño mencionando principales movimientos y autores, así como conceptos básicos y terminología técnica, de modo de que los participantes obtuvieran la información base y los conocimientos estructurales para trabajar como diseñadores de información o para que aborden el diseño en trabajos periodísticos de forma especializada.


El primer Feriado era estándar.
Es curioso que en la historia oficial del diseño venezolano no se ha profundizado en el diseño de diarios y revistas, si bien es cierto que en el catálogo DGV 70-80-90, se incluyeron El Diario de Caracas (Juan Fresán y Víctor Viano), el periódico Economía Hoy y la primera etapa del suplemento Feriado (estos dos diseñadas por Karmele Leizaola) que era encartado los domingos en El Nacional. También se mencionan las revistas Estilo, Cocina y Vino, Producto y El Sádico Ilustrado, como ejemplos sobresalientes.
No obstante, hace falta resaltar entre los “pioneros del diseño venezolano”, la labor temprana de dos mujeres en el diseño de información, como lo han sido Karmele Leizaola y Soledad Mendoza -quien hiciera el suplemento 7mo Día, también de El Nacional, la revista Pandora y diagramara El Sádico Ilustrado-. La primera de origen vasco, la segunda, colombiana, hermana del reconocido periodista Plinio Apuleyo Mendoza. Aunque ambas son autodidactas, la excelencia de su labor fue reconocida a lo largo de su trayectoria con premios del periodismo, además del reconocimiento y revisión desde la óptica del diseño de las otras publicaciones periodísticas mencionadas.

Volviendo al seminario


Este diario en papel salmón
fue escuela para futuros
diseñadores de información.
Al consultar entre los asistentes sobre la formación actual en “diseño periodístico” de nuestras universidades, las respuestas fueron diversas. Por ejemplo, en la Universidad Monteávila y en la Santa Rosa, se trata de una materia electiva. Para la Universidad Central, continúa siendo una asignatura presente en el programa de la carrera (que antes se denominaba artes gráficas), mientras que en la UCAB la situación actual es muy extraña en el recién modificado pensum, porque se desincorporó como materia obligatoria.

La formación incluye algunos programas de computación, preferiblemente del paquete Adobe, que dependen de la experiencia del profesor que dicte la materia. La tendencia predominante es a enseñar Illustrator y en segunda instancia Photoshop. Hubo quien indicara que en la universidad vió QuarkXpress y Corel Draw. No se tiende a ver el software específico para la diagramación, como lo es InDesign, ni hay vínculos con lo que se hace en nuestros medios impresos.
Debo añadir que los participantes del seminario también están interesados en diseñar, más allá de la diagramación de medios informativos, marcas. El branding sigue dictando pauta, mientras que otra inquietud es cómo diseñar para el mundo digital, con énfasis en las redes sociales.

Tres posturas


Si regresamos al diseño de información en sí, como el mismo no se estudia a profundidad  en nuestras escuelas de comunicación social, y menos aún existe oferta académica en forma de maestrías o diplomados, los que sienten inclinación hacia el área se foguean con la práctica en los medios, hacen cursos cortos de programas gráficos o apuntan hacia la especialización fuera de nuestras fronteras.
Soledad Mendoza también
dirigió esta revista.
En nuestros medios han emergido tres posturas en cuanto al talento humano reclutado para encargarse del diseño. Para Carmen Riera, quien organizara los eventos internacionales de Diseño de Información mientras trabajaba en la Cadena Capriles, el diseño de los medios debe estar obligatoriamente en manos de periodistas, porque éstos son quienes saben qué es un lead y en qué consisten los diferentes géneros periodísticos.

En otros medios, como El Nacional, se ha tendido a contratar diseñadores gráficos. Durante muchos años, el diseño de dicho medio estuvo en manos del actual director de Prodiseño, Jaime Cruz, quien es egresado del Instituto de Diseño Neumann.


La tercera postura es la de integrar diseñadores y periodistas, como lo señala Abraham Sánchez, gerente de marca y diseño de El Universal, quien explica que lo interesante de esta mixtura es que: “Claro, el que viene de comunicación social tiene una fortaleza desde el punto de vista periodístico muy importante, tiene las nociones de lo que es la construcción de una noticia ¿cómo se elabora una noticia? ¿cómo se construye una noticia? porque bueno, eso es lo que aprendió, evidentemente también tiene formación en diseño y diagramación de diarios, pero el diseñador conoce mucho mejor las hermanas propias del diseño: la tipografía, el color, la composición; o todas esas, las reglas del diseño,  entonces incluso es necesario que se junte el uno con el otro  y hacen la oferta perfecta, porque tú dices coye, éste le aporta el ingenio de lo que implica un diseñador, viene de una escuela de diseño y aporta el ingenio de lo que es manejar intuitivamente todas esas herramientas propias del diseño y el otro que las conoce, pero que a lo mejor no tiene la especialización tan en detalle, entiende muy bien lo que es el concepto periodístico, la necesidad de que un titulo sea más grande o más pequeño, de que una foto sea más grande o más pequeña, que una foto vaya dispuesta de una manera y no de otra”.


Para Abraham Sánchez, el reto del futuro
está en el mundo digital.
Otra revelación que hace Sánchez es reconocer la fortaleza de la nueva generación de diseñadores de información en los medios digitales, “ellos los entienden de forma intuitiva”. Por algo en el mundo se habla de nativos digitales.


El diseño de información está transformándose en la actualidad, gracias a la aparición y evolución de las redes sociales, que han complejizado tanto la articulación de los contenidos, como su presentación, tendiendo cada vez más a la economía de texto y el aumento de la visualidad en forma de fotografías, ilustraciones y videos. Un reto para los que se dedican a la comunicación social que quieren diseñar, pero también para los diseñadores que trabajan para los medios informativos. Esta situación de alguna manera ha configurado una parcela común para la que hay que revisar las competencias requeridas en búsqueda del perfil idóneo.