Claudio Ordóñez: LAS NOBLES CUALIDADES DE UN INVESTIGADOR EN DISEÑO


Identidad para 120 aniversario de la Universidad del Zulia, 2011.

Es poco común la investigación teórica en diseño en nuestro país, pero sabemos que afortunadamente se hace en la ULA y en LUZ. Para esta semana entrevisté al Doctor Claudio Ordóñez, quien trabaja en la Universidad del Zulia, desde donde ha adelantado un interesante trabajo sobre el diseño de empaque de discos. Me parece vital resaltar la labor de profesionales que como él, se salen del ejercicio del oficio o de la investigación aplicada a la práctica del diseño, orientándose hacia la generación de pensamiento y nuevos conocimientos.


Conocí al Doctor Claudio Ordóñez en Valencia, en un evento sobre diseño que se llamaba “Sólo los mejores”. Es oriundo de Maracaibo y actualmente se desempeña como Director del Departamento de Teoría y Práctica de Arquitectura y Diseño en la Universidad del Zulia (LUZ).
Es importante decir que al menos la mitad de los profesores de esta facultad de la principal casa de estudios zuliana son doctores, lo que habla sobre su alto nivel académico. Además, en tiempor recientes nos dieron la excelente noticia de que abrieron la maestría en Comunicación Visual, primera y única en Venezuela.
Identidad de la Secretaría de LUZ, 2008
Informa Ordóñez que esperan que este año 2017 egrese la primera cohorte, y que ya va andando la segunda. El ha participado en la maestría dictando la asignatura “Seminario I”, que es la preparación para la investigación de tesis, y destaca que la formación de pregrado de los cursantes es variada, desde arquitectos y comunicadores sociales, hasta diseñadores, varios provenientes de la ULA.
La licenciatura en Diseño Gráfico de LUZ fue creada en 1995. Entre los profesores fundacionales estuvieron el arquitecto de origen argentino Andrés García, quien falleció hace unos 5 años en su tierra natal, y su colega Roberto Urdaneta, ampliamente reconocido en el Zulia por sus aportes al diseño de identidad.

La escuela de Diseño Gráfico de LUZ ha destacado por sus grupos de investigación y  por el énfasis en la expresión manual y técnica, destaca el profesor Ordóñez, quien también dictó clases en URBE (Universidad Rafael Belloso Chacín), que es de corte más tecnológico.
Ordóñez resalta el hecho de que en la región existe una universidad más que dicta la carrera diseño, como lo es la Cecilio Acosta –UNICA-, perteneciente al Grupo Niño Cantores, de corriente orientada hacia las artes.

Esta situación contrasta con la que halló el propio Claudio Ordóñez cuando comenzó a estudiar su pregrado hace años atrás.

Los orígenes

Claudio Ordóñez relata que se graduó como arquitecto en 1985. Estudió dicha carrera porque era la más cercana al diseño gráfico, que desde joven definió como su verdadera vocación: “Cuando me gradué de bachiller, sólo se estudiaba diseño en Valencia y en Caracas. Entonces una amiga me hizo ver que muchos arquitectos ejercían como diseñadores gráficos, como el caso de Roberto Urdaneta, y me comparó los programas de estudios. Entonces yo le compré la idea y me inscribí en LUZ”.

De hecho, Ordóñez fue muy cercano como estudiante a Urdaneta, quien es sobre todo reconocido
como el creador del identificador original del Banco Occidental de Descuento (BOD).
Identificador, 2012. 
Al egresar descubrió su gusto por la docencia y decidió continuar estudios con la  escolaridad de una maestría llamada Educación Superior a Distancia en la UNA entre 1996 y 1998, enfilándose hacia del diseño digital y multimedia. Luego, en 2002, ingresó a la Maestría  en Informática Educativa en la URBE, donde también dictó clases.

En el 99 ingresó como profesor en LUZ, dictando el “Taller 3”, orientado hacia el diseño de empaques y museografía, materia para la que se sumergió en la investigación y obtuvo asesorías del profesor de la ULA Ramsés Antolínez.
Fue entonces cuando inició las exploraciones de los empaques de discos junto a sus estudiantes a través de las asignaciones. “Lo más complicado del proceso creativo es la conceptualización”, considera y cuenta que del taller surgieron proyectos alternativos que se trabajaban por temáticas musicales, no por artistas.

Estos escarceos lo motivaron a profundizar el tema en su tesis del Doctorado en Arquitectura que realizó también en LUZ.

No obstante, su principal experiencia como diseñador gráfico es en el área de la identidad, resaltando proyectos que ha desarrollado para la universidad, como el identificador conmemorativo de los 102 años de fundación d LUZ y 655 años de haber reabierto sus puertas luego de un cierre de casi medio siglo.


Otro proyecto en el que se ha involucrado en los años recientes ha sido “Ciudad Cítrica”; que adelanta junto a Alaisa Pirela. La marca nació para un programa de radio que desafortunadamente  desapareció, pero quedan las cuentas en las redes sociales donde difunden efemérides y el blog www.ciudadcitrica.wordpress.com

Investigar el diseño de discos

De la carrera del profesor Ordóñez resalta el gusto por la investigación que ha cristalizado recientemente en el proyecto postdoctoral Caracterización del diseño de empaques de discos venezolanos entre 1980 y 1999,  para la que revisó y clasificó el diseño de las portadas de ese período prolífico en la producción discográfica nacional, según la taxonomía que elaboró para su tesis doctoral, un aporte novedoso.

Explica Ordóñez que de 10 profesores de LUZ que presentaron trabajos postdoctorales, él fue el único que trabajó sobre diseño gráfico, y más aún, un tema tan peculiar, tomando en cuenta los aspectos:
  1. Físico, es decir, como producto. El disco es analizado como objeto simbólico, tomando en cuenta las tipologías planteadas por Abraham Moles.
  2. Mercadotécnico, la funda de los discos como vehículo para promover a los artistas, para vender música.
  3. Comunicacional, que es quizás la cualidad más visible, en cuanto portador de mensajes.
  4. Sensorial, en función de los sentidos, se revisa cómo las carátulas son percibidas, tomando en cuenta la tendencia reciente del “diseño sensorial”, que involucra principalmente vista, tacto y oído.
Portadas diseñadas por Antonio Huizi para Sonográfica.

En la investigación de Ordóñez llaman poderosamente la atención datos como los siguientes:
Para 1988, de las 21 disqueras que existían en el año 1979, sólo sobrevivieron cinco; once de ellas desaparecieron y cinco fueron absorbidas por Sonográfica o SonoRodven” .

“Entre los diseñadores más destacados en la producción gráfica de los empaques de discos entre los años 80 y 90 se encuentran Alvise Sacchi, Antonio Huizi, Gisela Sánchez, Valerio Do Carmo y Tomás Jiménez (Creatidea)”.
En las conclusiones destaca que: “Contabilizando la publicación de álbumes por año, se evidencia el impacto de la política cultural iniciada en el gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974) y rescatada e impulsada por Luis Herrera Campins en 1982. En el cuadro se observa que el año con mayor producción discográfica fue 1984 (37 álbumes), seguido del año 1988 (36) y los años 1981 y 1983 (34 álbumes cada uno)”.

Esta conclusión me parece interesantísima, porque señala la vinculación entre la formulación de políticas públicas y el desarrollo del sector productivo hacia las que se dirigen. En los años ochenta este nexo se evidenció en el “boom” de nuestra industria discográfica, en la que evidentemente, estaba involucrado el diseño como herramienta para brindar identidad e imagen a los productos musicales de la época, entre los que sobresalieron Yordano, Ilan Chester, Ricardo Montaner y Franco De Vita, aún vigentes.
En las conclusiones de esta investigación cuantitativa, para la que fue seleccionada una muestra representativa de álbumes de artistas venezolanos, Ordóñez indica que hay un “predominio absoluto en la preferencia de los diseñadores y casas disqueras por mostrar en la cubierta del empaque del disco el rostro del artista”. Las soluciones visuales, explica, eran sencillas, apegadas predominantemente a una de las tipologías por él determinadas en la tesis de doctorado.