Identidad para 120 aniversario de la Universidad del Zulia, 2011. |
Es poco común la investigación teórica en diseño en nuestro país, pero sabemos que afortunadamente se hace en la ULA y en LUZ. Para esta semana entrevisté al Doctor Claudio Ordóñez, quien trabaja en la Universidad del Zulia, desde donde ha adelantado un interesante trabajo sobre el diseño de empaque de discos. Me parece vital resaltar la labor de profesionales que como él, se salen del ejercicio del oficio o de la investigación aplicada a la práctica del diseño, orientándose hacia la generación de pensamiento y nuevos conocimientos.
Conocí al Doctor
Claudio Ordóñez en Valencia, en un evento sobre diseño que se llamaba “Sólo los
mejores”. Es oriundo de Maracaibo y actualmente se desempeña como Director del
Departamento de Teoría y Práctica de Arquitectura y Diseño en la Universidad del
Zulia (LUZ).
Es importante
decir que al menos la mitad de los profesores de esta facultad de la principal
casa de estudios zuliana son doctores, lo que habla sobre su alto nivel
académico. Además, en tiempor recientes nos dieron la excelente noticia de que
abrieron la maestría en Comunicación Visual, primera y única en Venezuela.Identidad de la Secretaría de LUZ, 2008 |
La escuela de
Diseño Gráfico de LUZ ha destacado por sus grupos de investigación y por el énfasis en la expresión manual y
técnica, destaca el profesor Ordóñez, quien también dictó clases en URBE (Universidad
Rafael Belloso Chacín), que es de corte más tecnológico.
Ordóñez resalta
el hecho de que en la región existe una universidad más que dicta la carrera
diseño, como lo es la Cecilio Acosta –UNICA-, perteneciente al Grupo Niño
Cantores, de corriente orientada hacia las artes.
Esta situación
contrasta con la que halló el propio Claudio Ordóñez cuando comenzó a estudiar
su pregrado hace años atrás.
Los orígenes
Claudio Ordóñez relata que se graduó como arquitecto en 1985. Estudió dicha carrera porque era la más cercana al diseño gráfico, que desde joven definió como su verdadera vocación: “Cuando me gradué de bachiller, sólo se estudiaba diseño en Valencia y en Caracas. Entonces una amiga me hizo ver que muchos arquitectos ejercían como diseñadores gráficos, como el caso de Roberto Urdaneta, y me comparó los programas de estudios. Entonces yo le compré la idea y me inscribí en LUZ”.
De hecho, Ordóñez
fue muy cercano como estudiante a Urdaneta, quien es sobre todo reconocido
como
el creador del identificador original del Banco Occidental de Descuento (BOD).
Identificador, 2012. |
En el 99 ingresó
como profesor en LUZ, dictando el “Taller 3”, orientado hacia el diseño de
empaques y museografía, materia para la que se sumergió en la investigación y
obtuvo asesorías del profesor de la ULA Ramsés Antolínez.
Fue entonces
cuando inició las exploraciones de los empaques de discos junto a sus
estudiantes a través de las asignaciones. “Lo más complicado del proceso
creativo es la conceptualización”, considera y cuenta que del taller surgieron
proyectos alternativos que se trabajaban por temáticas musicales, no por
artistas.Estos escarceos lo motivaron a profundizar el tema en su tesis del Doctorado en Arquitectura que realizó también en LUZ.
No obstante, su principal experiencia como diseñador gráfico es en el área de la identidad, resaltando proyectos que ha desarrollado para la universidad, como el identificador conmemorativo de los 102 años de fundación d LUZ y 655 años de haber reabierto sus puertas luego de un cierre de casi medio siglo.
Otro proyecto en el que se ha involucrado en los años recientes ha sido “Ciudad Cítrica”; que adelanta junto a Alaisa Pirela. La marca nació para un programa de radio que desafortunadamente desapareció, pero quedan las cuentas en las redes sociales donde difunden efemérides y el blog www.ciudadcitrica.wordpress.com
Investigar el diseño de discos
De la carrera del
profesor Ordóñez resalta el gusto por la investigación que ha cristalizado
recientemente en el proyecto postdoctoral Caracterización
del diseño de empaques de discos venezolanos entre 1980 y 1999, para la que revisó y clasificó el diseño
de las portadas de ese período prolífico en la producción discográfica nacional,
según la taxonomía que elaboró para su tesis doctoral, un aporte novedoso.
Explica Ordóñez
que de 10 profesores de LUZ que presentaron trabajos postdoctorales, él fue el
único que trabajó sobre diseño gráfico, y más aún, un tema tan peculiar,
tomando en cuenta los aspectos:
- Físico, es decir, como producto. El disco es analizado como objeto simbólico, tomando en cuenta las tipologías planteadas por Abraham Moles.
- Mercadotécnico, la funda de los discos como vehículo para promover a los artistas, para vender música.
- Comunicacional, que es quizás la cualidad más visible, en cuanto portador de mensajes.
- Sensorial, en función de los sentidos, se revisa cómo las carátulas son percibidas, tomando en cuenta la tendencia reciente del “diseño sensorial”, que involucra principalmente vista, tacto y oído.
Portadas diseñadas por Antonio Huizi para Sonográfica. |
En la investigación
de Ordóñez llaman poderosamente la atención datos como los siguientes:
“Para
1988, de las 21 disqueras que existían en el año 1979, sólo sobrevivieron
cinco; once de ellas desaparecieron y cinco fueron absorbidas por Sonográfica o
SonoRodven” .
“Entre los diseñadores más destacados en la producción
gráfica de los empaques de discos entre los años 80 y 90 se encuentran Alvise
Sacchi, Antonio Huizi, Gisela Sánchez, Valerio Do Carmo y Tomás Jiménez
(Creatidea)”.
En las conclusiones destaca que: “Contabilizando la
publicación de álbumes por año, se evidencia el impacto de la política cultural
iniciada en el gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974) y rescatada e impulsada
por Luis Herrera Campins en 1982. En el cuadro se observa que el año con mayor
producción discográfica fue 1984 (37 álbumes), seguido del año 1988 (36) y los
años 1981 y 1983 (34 álbumes cada uno)”.
Esta conclusión me parece interesantísima, porque señala la
vinculación entre la formulación de políticas públicas y el desarrollo del
sector productivo hacia las que se dirigen. En los años ochenta este nexo se
evidenció en el “boom” de nuestra industria discográfica, en la que
evidentemente, estaba involucrado el diseño como herramienta para brindar
identidad e imagen a los productos musicales de la época, entre los que
sobresalieron Yordano, Ilan Chester, Ricardo Montaner y Franco De Vita, aún
vigentes.
En las conclusiones
de esta investigación cuantitativa, para la que fue seleccionada una muestra
representativa de álbumes de artistas venezolanos, Ordóñez indica que hay un “predominio
absoluto en la preferencia de los diseñadores y casas disqueras por mostrar en
la cubierta del empaque del disco el rostro del artista”. Las soluciones
visuales, explica, eran sencillas, apegadas predominantemente a una de las
tipologías por él determinadas en la tesis de doctorado.