CÓMO COBRAR: EL DOLOR DE CABEZA DE LOS DISEÑADORES


#JuevesDeDiseñoVenezolano. Diseño de Ermitaño Gráfico

Desde que me sumergí en el diseño venezolano he notado un dolor de cabeza crónico: el cuánto cobrar. Cuantificar servicios basados en el intangible “creatividad” es un dilema irresoluto, pero no crean que es nuestra exclusividad. Haré un breve recuento de los antecedentes de este problema y consulto a dos profesionales que están presentando propuestas recientemente.


En un año que suena tan lejano como 1989 se conformó la Sociedad de Diseño como “una agrupación voluntaria y cordial que se propone reunir a todos los diseñadores gráficos de Venezuela, graduados o no, que tengan suficiente experiencia en el ramo para considerarse profesionales”. Esa fue una iniciativa gremial que en 1992 lanzó unas tarifas mínimas de referencia que cubrían la amplia gama de servicios asociados al diseño.
No tengo idea por qué la Sociedad de Diseño se disolvió, no obstante, la pequeña publicación quedó como prueba de su existencia, además de evidenciar que sus integrantes se fajaron a investigar, recopilar y ordenar detalladamente la información sobre los costos vigentes en aquella época.


Mucho más adelante, ya en el siglo XXI, conocí dos propuestas que también apuntaron a resolver el mismo problema: Creatividad al Precio Justo, llevada adelante por LuE, diseñador egresado de la Universidad de Los Andes. LuE desarrolló una investigación en base a encuestas a través de las que consultó a sus colegas sobre el valor mínimo de su trabajo, tomando en cuenta las condiciones de diferentes partes del país. Con dicha data planteó tablas de precios mínimos.
Entre 2013 y 2014 Rafael Juárez lanzó talleres y charlas bajo el título 15 cosas que no te enseñaron en el instituto, entre los que consideraba el cuánto y cómo cobrar, yendo desde la elaboración del presupuesto hasta la facturación.
Hace dos semanas, en #JuevesDeDiseñoVenezolano formulamos el debate sobre los costos del diseño por las redes sociales, y reconfirmamos que la desorientación y las dificultades se han acentuado a consecuencia la devaluación del bolívar, el control de cambio y la inflación. Por otro lado, quienes aportaron su opinión, coincidieron en la importancia de capacitar a los diseñadores para mercadear su trabajo adecuadamente y los desequilibrios que ocasionan quienes cobran honorarios irrisorios, que deprecian el valor del trabajo del diseñador.

Buenos creando, malos cobrando

Las propuestas de Julio Díaz Granados, Jorge Castrillón y Daniel Vargas son de data reciente: Costos y ventas para creativos y diseñadores, Comunicadores Visuales de Venezuela y la aplicación Tigrenator, respectivamente.

Señala Julio Díaz, egresado del IDDAR y fundador de la agencia Kreaktium, que la sensibilidad hacia el tema le surgió a mediados de los años 90, cuando dictó la materia “Gerencia aplicada al diseño”. En la misma se dio cuenta de que a los alumnos se les enseña a ser excelentes creativos, “pero carecen de formación en área comercial, la venta y las facultades de negociación y persuasión”.
Por su lado Jorge Castrillón, diseñador egresado de la ULA coincide en parte, al indicar que la idea de fundar Comunicadores Visuales de Venezuela nació a raíz de “salir a un mercado laboral sin preparación para ello, es decir, preparados como creativos, pero no para gerenciar nuestro talento. Carecemos de un colegio y de conocimientos administrativos y gerenciales”.

Los problemas detectados

Julio Díaz, esboza a grandes rasgos tres problemas:
  • Los que aprovechan el talento y quieren pagar poco: “últimamente hay paisanos que están fuera de nuestras fronteras que se aprovechan de las capacidades creativas de mis colegas, teniendo de márgenes de ganancia de hasta un 1000% de lo que aquí se hace”.
  • Los que son creativos talentosos, pero no tienen idea de cómo ni cuánto cobrar, y mucho menos vender:  Sobre todo esta dificultad se concentra en la población más joven.
  • Los que cobran muy bajo para acaparar mayor volumen de mercado: “Cada quien es libre de cobrar lo que le parezca, sin embargo en este punto tengo mis serias observaciones, Aunque las ventas por volumen, son una estrategia eficientes de vieja data para lograr buenos márgenes de ganancia, en diseño y creatividad es algo que no comparto. Para esto siempre recurro a 2 frases contundentes, "Si cobras poco, nunca te faltará trabajo", pero te faltará dinero y la otra "que te busquen por bueno y no por barato".
Jorge Castrillón aprecia la situación desde otra óptica, considerando las siguientes dificultades:
  • La falta de marco referencial para cotizar los servicios creativos.
  • No saber la diferencia entre precio/valor.
  • La falta de educación sobre la importancia de las profesiones creativas por parte de los clientes.
  • Los diseñadores deben aprender a lidiar con los clientes.
  • El desconocimiento de los procesos creativos que suman en una cotización.
  • Conciencia sobre los aspectos administrativos, tales como impuestos, facturas, órdenes de pago/compra, etc.).

Las propuestas

Comunicadores Visuales de Venezuela se sustenta en la valoración de las profesiones creativas, y explica Castrillón que una de las formas de lograrlo es a partir de establecer precios referenciales basados en los costos operativos de un freelancer.
Próximo taller.

Díaz levantó en 2016 con Kreaktium el taller “Costos y ventas para creativos y diseñadores” que enseña a los participantes a cobrar por su talento, sin la necesidad de una tarifa o lista de precios. La propuesta está basada en la experiencia personal del tallerista, quien considera que un cliente “se quedará contigo en la medida que le cumplas, superes sus expectativas y uses criterios objetivos reales para colocarle precio a tu servicio, porque aporta solidez a tu profesionalismo”.

Recomendaciones para el entorno crítico

A todos los profesionales venezolanos nos está golpeando la crisis económica, por lo que le consultamos Julio Díaz y Jorge Castrillón qué aconsejan para disminuir sus embates. He aquí sus respuestas:
  • Estudiar al cliente, sus inquietudes, ver su nivel de compromiso y capacidades de honrar los compromisos financieros cuando sea el momento de cobrar.
  • Estudiar a la competencia y a los posibles aliados, sin ocasionar daños a otros. Es falso que como diseñador seas capaz de hacer todo bien a la vez, por lo que es mejor ser excelente en dos o tres cosas e incorporar aliados estratégicos para ampliar tu oferta de servicios con total transparencia.
  • Tener la iniciativa de reinventarse constantemente. Al respecto Julio Díaz apunta: “recordemos siempre que nuestra materia prima es la imaginación y eso no es algo que se consigue a la vuelta de la esquina”.
  • Las tarifas de Comunicadores Visuales de Venezuela manejan la variable inflacionaria que afecta los costos mensualmente. Sin embargo, Jorge Castrillón recuerda que la inflación no afecta en una misma proporción a todos los productos o servicios.
  • La honestidad juega un papel determinante. Julio Díaz indica que él es claro con el cliente si no está en capacidad de abordar alguna solicitud.

 Kreaktium
Web: http://kreaktium.com/
Twitter / Instagram: @kreaktium
Fuera de Venezuela:
Revista Graffica (España). El Negocio del diseño: https://youtu.be/PqLVpvdROks
Isidro Fernández. ¿Qué precio le ponen 88 creativos a un mismo proyecto? https://isidrofernandez.com/que-precios-ponen-88-creativos-un-mismo-proyecto/?platformtsuite