Anita Reyna: EL DISEÑO GRÁFICO DEFINE EL ROSTRO DE UN RESTAURANTE


La estrella de anís como emblema del restaurante Moreno se debe al buen criterio visual de Anita Reyna.

Ana Isabel Reyna, mejor conocida como Anita Reyna, ha desplegado su talento como diseñadora gráfica para los mejores restaurantes de Venezuela, como Alto, del multigalardonado chef Carlos García o Moreno, cuya apertura causó revuelo en el universo gastronómico caraqueño en 2016. El presente texto es el primero de las colaboraciones publicadas en el diario venezolano El Universal desde septiembre del 2017.


En este tipo de negocio, el diseño gráfico se expande mucho más allá de la marca y sus aplicaciones “lógicas” como el menú, porque se convierte en copartícipe de lo experiencial, para que el comensal se sienta a gusto.

Anita Reyna estudió en Italia y a su retorno al país trabajó durante una década con Annie Lampe, con quien asumió proyectos de diversa índole. Fue junto a Lampe que se estrenó en el diseño gráfico para restaurantes con Gourmet Market.

Más adelante fundó su propia agencia, H2O, que mantuvo activa durante doce años. Con la misma, desarrolló la imagen para Citron Café, Cathay, Ara Natural, Ara Mix y Ara Café, pertenecientes al mismo grupo económico. “Me inicié en esto por glotona, porque negociaba parte del pago por intercambios”, comenta como anécdota Reyna, quien afirma que también la motivó la gran simpatía que siente por el gremio de la cocina en Venezuela.

La comunicadora visual cuenta que trabaja “brazo a brazo” con los arquitectos y profesionales de otras áreas que participan en el nacimiento de los nuevos locales, porque “este trabajo siempre es en equipo”, destaca y prosigue: “el diseño gráfico define el rostro del restaurante hacia el consumidor revelándole las características del concepto culinario. Cuando el público va y degusta, es que descubre la auténtica esencia, que es la calidad de la comida y el servicio”.


Todo es diseño

Hace años emergió su nexo laboral con el arquitecto y diseñador de interiores Alejandro Barrios. Se conocieron trabajando para Cinex. Luego de esa experiencia, asumieron el restaurante Atlantique y de ahí en adelante, siguieron las colaboraciones, tanto en Venezuela como en el exterior.

Luego de una conversación larga y tendida con los dueños del restaurante, Anita Reyna participa en un brainstorming con los miembros del equipo creativo. De allí surgen las propuestas de materiales, texturas, paletas de colores, tipografías e iconografía que se ensamblarán en la marca, la gráfica secundaria y sus aplicaciones en el diseño de interiores y las piezas utilitarias. En este sentido Reyna interviene todo lo que considere: textiles, vajillas, paredes, pisos, vidrieras, e incluso, si es preciso, integra las artes plásticas, “porque si no, el proyecto está cojo”, considera, y menciona como ejemplo, las 21 obras que ella misma generó para la entrada del Hotel Cayena-Caracas, en las que muestra su faceta como artista.

“He tenido la suerte de contar con clientes que no ponen barreras, porque lo apasionante para mí es ir más allá de lo gráfico bidimensional, porque todo es diseño”, enfatiza Reyna.

Las piezas utilitarias la han llevado fuera del ámbito de la restauración, a través de la concepción de ediciones limitadas de vajillas, cojines, delantales y otros textiles para la recién desaparecida tienda Greenella (colección Fábula) y para Iskia (colección Festividad).

De igual manera, su pasión por la gastronomía la ha llevado al terreno artístico en la exposición “Resetario” que fue exhibida en el año 2010. 




La gráfica del restaurante Moreno está relacionada con el mestizaje, el cual se traslada a la gastronomía venezolana.


Una estrella para Moreno

La semilla de anís como ingrediente “estrella” que revela el aporte de los conquistadores españoles en nuestros fogones, es el símbolo que identifica al restaurante Moreno, cuyo “naming” es el producto de una feliz coincidencia, puesto que además de ser el apellido del chef, concentra la índole mestiza de los platos que crea, porque tal como señala Anita Reyna: “no es blanco, no es negro, es moreno. Es suficientemente criollo”.

Además de tan elocuente logosímbolo ampliamente aplicado, la diseñadora gráfica también propuso una serie de collages digitales con imágenes alusivas a la hibridez cultural venezolana, la conquista, la colonia y la independencia. 


Para Juvia, restaurante abierto en Miami se repitió la dupla ganadora: Alejandro Barrios en el diseño interior y Anita Reyna en el diseño gráfico.


Desde lo Alto de una mata de caucho

El árbol de caucho que se enseñorea en el patio interno del restaurante Alto sirvió de inspiración para el logotipo y gráficas secundarias tan impactantes como las baldosas que revisten los pisos del lugar.

Anita Reyna explica que a través del diseño gráfico, interpretó visualmente la calidez y organicidad que se querían comunicar, vinculando al icono el color marrón y otras tonalidades terrosas para la ambientación del local.

“Si la tarea se hace bien, funciona”, explica Reyna, para quien es vital la investigación previa al proceso del diseño.

Anita Reyna también fue la artífice de la identidad del restaurante y cafetería Coma, para el que creó un ingenioso logotipo que fue aplicado a empaques, capacillos, señalética, etiquetas y hasta los uniformes de los empleados. También trabajó para Spice, Yakitori, Catar, Greenmarket, Mandarin, Bonito en la isla de Saint Barth, Madrigal en Panamá, Fresko, Rustiko, Kosh, Sushi Garage y Juvia en Miami. Algunos de los proyectos de data reciente los ha desarrollado en conjunto con su hija Eloísa Bertorelli, que también es diseñadora gráfica.


Consejos para jóvenes diseñadores

Al preguntar a Anita Reyna sobre qué recomienda a los jóvenes diseñadores gráficos que deseen trabajar para la restauración ella enumera:
  • Escucha al cliente para obtener la información que te permita traducir visualmente sus ideas y tener claro el objetivo a comunicar. 
  • Hacer la tarea de investigación con disciplina y lógica, para crear un concepto que sea una estructura básica. Sin esa estructura, el diseño es como un cuerpo sin esqueleto. 
  • La parte estética sigue a la estructura, no al revés. 
  • No te detengas en lo que te piden, propón más, no te limites. 
  • No puedes soñar con lo que no se puede hacer, por lo tanto es importante efectuar una búsqueda exhaustiva de los proveedores que te ayudarán a materializar tu propuesta. 
  • Siempre trata de degustar. De los colores, olores y sabores, surgen ideas que dan cuerpo al concepto. 
  • Sé generoso. Lo importante no es ser el mejor, sino “dar lo mejor”.
El articulo originalmente publicado en El Universal.



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