RETROSPECTIVA DEL ARQUITECTO FRANCISCO BIELSA RECORRE SUS REALIDADES Y UTOPÍAS



Exposición abierta actualmente en el Musarq hasta diciembre. Ocasión para apreciar el trabajo de este arquitecto que ha privilegiado la nobleza del acero.


Cada montaje expositivo que se ha inaugurado en los años recientes en el circuito de nuestros museos públicos exento del discurso ideológico se erige como un luminoso milagro en la penumbra. Los expositores deben arreglárselas para desarrollar el contenido y materializar lo que el público apreciará en la sala. Increíblemente, en tiempos “de revolución”, las falencias que padecen los museos del estado de alguna manera han logrado asemejar sus prácticas productivas a la de las galerías. Ironías del destino.

No quería dejar por fuera esa reflexión propia antes de resaltar un milagro reciente en el museo más joven de Caracas, pues el Museo Nacional de la Arquitectura (MUSARQ) inauguró el sábado 12 de mayo la exposición De la realidad a la utopía, un recorrido por la carrera del arquitecto Francisco Bielsa, sintetizada en 35 maquetas acompañadas por sus respectivos planos y 62 fotografías de gran formato colocadas sobre una pared de 48 metros de largo.

Relata el arquitecto expositor que el proyecto se originó a finales de 2016 en una conversación con el director general del Musarq, Juan Pedro Posani. “Durante la primera parte del 2017 se definió el alcance y título con el historiador de la arquitectura Javier Cerisola, quien hasta hace poco se desempeñara como subdirector del museo.

Bielsa recibió su título de arquitecto en la Universidad Central de Venezuela en 1982. Sus proyectos y obras fueron galardonados, por ejemplo, con la Medalla de Oro al Diseño del Mejor Pabellón Conjunto de la Exposición Internacional Aichi 2005 realizada en Japón, por el Pabellón Andino-Amazónico. Ese mismo año obtuvo el Primer Premio BTicino al Mejor Diseño Residencial en Venezuela. También es acreedor del Premio al Mejor Diseño en el Concurso para Salas de Conciertos realizado en el 2003 en Stavanger, Noruega. Obtuvo en 1995 el primer lugar en el Concurso para la Sede de la empresa mexicana Grupo Acero del Norte y también logró un reconocimiento por la ampliación de la sede de Corimón en 1987, en Caracas.

Con tal bagaje, era el momento de mostrar la experiencia obtenida a lo largo de su trayectoria de 35 años.





El acero como protagonista


Aunque se discutieron varias narrativas para la exposición con el arquitecto Javier Cerisola, lamentablemente hubo que hacer ajustes por reducciones del presupuesto de patrocinio de las empresas que apoyaron la exposición, además de que Cerisola dejó el museo para asumir responsabilidades académicas en la universidad. “Esto obligó que uno de los componentes expositivos fundamentales que era la recopilación de una numerosa colección de libros de dibujo que dieron origen a las ideas de los proyectos y su desarrollo fuera eliminada”, explica Bielsa, quien terminó asumiendo la curaduría de su retrospectiva: “Este cambio radical en el material obligó a modificar en pleno montaje la secuencia de la muestra. Una sección destinada a la experiencia docente también fue suprimida, al igual que lo relativo al equipamiento urbano y el diseño de mobiliario”.



Render de dispositivo urbano diseñado para la Alcaldía de Chacao que desafortunadamente, no fue materializado.


El uso del término “utopía” fue acuñado por Javier Cerisola, quien explica en el catálogo de la exposición, que se debe a la aspiración soñadora de los proyectos de Bielsa, en especial aquellos que son presentaciones para concursos. “Es un marcado contraste entre un evidente pragmatismo constructivo presente en las edificaciones construidas (realidad) y una visión romántica y heroica (utopía) de las osadas ideas propuestas en condiciones de competición, nacional o internacional”.

El material constructivo predominante en la obra de Bielsa es el acero, que según su perspectiva, ha ido ganando terreno en Venezuela gracias a una mejor comprensión de su utilidad y versatilidad. Para el arquitecto, “el acero ha dejado de ser un material destinado solamente al ámbito de naves industriales. La aceptación de su uso por parte del público en general ha abandonado muchos mitos y prejuicios que han permitido su empleo en edificaciones de importancia, tanto de uso público como en vivienda. A su vez la calidad del trabajo de fabricación por parte de los talleres metalúrgicos y la competencia de los ingenieros responsables del cálculo de las estructuras está a la par de los mejores del mundo”, recalca.

Considera Bielsa que la arquitectura venezolana del siglo XX es un notable ejemplo de de la integración del arte a la arquitectura, arrancando por la obra del maestro Carlos Raúl Villanueva en la Ciudad Universitaria, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Por esta razón es que después, como egresado de la FAU-UCV, ha sido natural emular los resultados aprendidas en tan privilegiado contexto con las lecciones aportadas por arquitectos como Jorge Castillo y Jimmy Alcock. Como prueba están los proyectos construidos, entre los que destaca la Funeraria Monumental (en el Cementerio del Este).


Vista de la Funeraria La Monumental, Cementerio del Este, Caracas.

La museografía también fue diseñada por Francisco Bielsa, quien parafraseó en la misma algunos temas fundamentales abordados en sus edificios, como el empleo de los materiales en su condición más original posible, sincronizando su ensamblaje en medidas de números múltiplos. “Así, por ejemplo, los paneles de madera son usados en sus medidas originales de fábrica (2.40x1.50) sin ser cortados; los perfiles metálicos de los dispositivos son seccionados en largos de 1 y 6 metros (múltiplo de 12); las láminas de vidrio también son usadas en su medida original de fabricación (2.40x3.10), apenas cortadas a la mitad para poder entrar en horno de templado. Las láminas de vidrio a las que se les superpuso una gigantografía microperforada, aluden a la transparencia e inmaterialidad como recurso de diseño; la sección triangular de la disposición de los paneles es tanto una remembranza de las mesas de dibujo y un recordatorio del énfasis geométrico de las plantas y espacios”, señala con detalle el entrevistado.



Gracias al patrocinio de Masisa se pudo contar con los 36 tableros de MDP de 1,83 x 2,44 mts que forman parte de los dispositivos de exposición creados por Bielsa, quien indica que “la excelente terminación de los acabados de los paneles de madera permitió que estos fueran empleados tal cual salen de la fábrica sin necesidad de pintarlos o utilizar ningún otro tipo de acabado”.

El Musarq propone una programación de actividades que gira en torno al uso del acero en la arquitectura Venezolana, incluyendo una charla magistral del maestro Fruto Vivas. También se revisará cuál es el papel de la enseñanza universitaria en el uso del acero.