BIG GIL: “EL DISEÑO ES UN SACERDOCIO”


Un personaje para una historieta fue la génesis del emprendimiento de Big Gil

Diseñador e ilustrador, desde hace tres años se ha entregado totalmente a su proyecto personal Magnífico, con el que ha comprobado el poder de Behance cuando sobra el talento.


A los 9 años pintaba patinetas e intervenía las carruchas de los amigos, dibujaba por doquier. Su entusiasmo por la gráfica lo terminaron de alimentar el animé de los ochenta y las historietas mexicanas y estadounidenses que le regalaba un tío.

Entre los 17 y 18 años hizo diseños para las recordadas franelas And&And. Por esa época obtuvo una Beca Gran Mariscal de Ayacucho para estudiar diseño en el reconocido Instituto Parsons. Cuenta que en aquellos años estaba sediento por aprender y aprovechó al máximo la oportunidad en la ciudad de los rascacielos.

A su retorno al país fue contratado como asistente de fotografía, donde obtuvo el pase de entrada para trabajar en la producción de las portadas de la revista Exceso, cuyos conceptos emanaban de las discusiones ilustradas entre Ben Amí Fihman y Valentina Marulanda, a quienes recuerda con sumo respeto. Luego se encargó de diseñarlas.

También formó parte de la esfera publicitaria nacional, en la que considera que terminó de formarse como persona y profesional. “No estoy de acuerdo con ese axioma que reza que en publicidad no se hace amigos, porque en mi caso, hice amistades duraderas”. Pasó por Proa, J Walter Thompson, JMC y en ARS, declarándose “arsiano”. Luego de una temporada de trabajo en Argentina, Brasil y México, un amigo lo llamó para crear su propia agencia: Artefacto.


Aviso realizado por la agencia Artefacto.

Estando en Artefacto se tomó unas vacaciones que le cambiaron la vida creativa. En Tokio descubrió una filosofía de vida y nuevas vetas creativas. Regresó otra vez y al poco tiempo hizo como Forrest Gump, después de correr y correr, se detuvo en seco, pero en vez de irse a casa, terminó de convertirse en Big Gil.

Un compañero en Ars ya lo había bautizado como Big Gil, pero en su transmutación definitiva hace tres años terminó de “casarse” identitariamente con Big Gil, el alter ego de Gilberto López. “La situación es que somos como Bruce Wayne y Batman”, explica.


Gracias a Behance

Big Gil considera que haberse liberado de su bagaje anterior para dedicarse al trabajo gráfico artístico y la ilustración ha sido la mejor decisión, porque según su visión, “el diseño es un sacerdocio, que requiere la entrega a la creatividad”.

Asegura que no tiene entre manos planes, sino un proyecto de vida que ha titulado Magnífico. “He asumido la mentalidad asiática, que apuesta a los proyectos a largo plazo. Con Magnífico es así, voy a terminar mi vida haciéndolo. Esto me parece importante decirlo, porque a los venezolanos no nos enseñaron a creer en el proyecto, sino a trazar planes a corto plazo”.

Asevera que desde hace tiempo las ganas de hacer un comic lo invadían, hasta que de una extensa estadía en Costa Rica trajo los bocetos de un personaje al que llamó “El Magnífico”. Se los mostró a su hermano, cuyo fino olfato mercadotécnico determinó que lo mejor era quitar el artículo, para crear la marca Magnífico.


"Magnífico" cautivador.

El siguiente paso surgió de una frustración, pues postuló para el Behance Review Caracas con el perfil de mono cuyo casco de motorizado está gráficamente ensamblado con tipografía, a la manera de los clásicos del diseño psicodélico, pero nombrando barrios caraqueños… 23 de enero, Catia, La Vega, Caricuao, Petare, El Valle, San Agustín, en clara alusión a la jerga de nuestra ciudad. Inicialmente le anunciaron que estaba seleccionado, pero unos días antes le dijeron que no iba al evento de exhibición en el Museo Carlos Cruz-Diez. Para canalizar la rabia por el maltrato recibido subió la ilustración a su perfil de Behance.

Al día siguiente, al encender el teléfono, Big Gil notó que tenía muchos mensajes de Behance. Ingresó a la red social y vió con asombro que tenía decenas de “likes” y comentarios positivos sobre el mono caraqueño. Definitivamente había nacido Magnífico.

Entre los entusiastas del mono estaba el británico Dominique Johnson Hill, gurú del emprendimiento en China, quien contactó directamente a Big Gil para invitarlo a participar en uno de sus proyectos con el “mono”. Pues, desde aquel entonces hasta el sol de hoy, llevan tres años trabajando. Y esa es apenas una de las puertas que se abrieron


Las ilustraciones de Big Gil en Plastered8, el emprendimiento de Dominique Johnson Hill

Enseguida Big Gil tuvo la oportunidad de estampar la efigie del mono motorizado y una segunda del mono disfrazado de conejo en 200 franelas que vendió en apenas 2 semanas. Una, la compró en el aeropuerto Nacho La criatura y la mostró en su Instagram, potenciando el emprendimiento y las ventas no sólo se dispararon, sino que comenzaron a hacerle pedidos desde el exterior. Sin embargo el creativo aclara que la comercialización ha cedido, porque la crisis venezolana ha afectado la producción.

"Magnífico, más que un emprendimiento creativo es un laboratorio, pero desde ya puedo decir que he desarrollado un estilo”, indica el diseñador, “y lo mejor es que me ha liberado de tener que adaptarme al gusto de los clientes, porque ahora quienes me contratan lo hacen justamente porque desean exactamente lo que hago, porque se sienten identificados con mi gráfica y la quieren para sus productos”, dice Big Gil satisfecho de atender a empresas en diferentes partes del mundo, como la marca brasileña Skate Town, Plastered8 en China, With Love Magazine de Colombia o cervezas artesanales venezolanas como Reverón o Malavirra.      

El estilo es un crisol vintage en el que se funden imaginarios latinoamericanos, estadounidenses, europeos y también asiáticos. Con ellos se ha creado un mundo atemporal, lleno de detalles que desatan la fascinación del observador.

Big Gil es el vivo ejemplo de que Behance es efectivo para hacer networking y darse a conocer, siempre que el portafolio exhiba calidad.




¿Por qué Venezuela?

Big Gil ha viajado y ha tenido la oportunidad de emigrar. De hecho, muchos de sus colegas asentados en el exterior le preguntan, “Chamo ¿Y tú qué haces todavía en Venezuela?”.

Big Gil reconoce que “Esa pregunta me la hago cada dos horas. Pienso que aún soy útil para mi país, pero también el país es útil para mi como motivación e inspiración. Se trata de un 50 y 50”.

Venezuela es la base de operaciones desde la que concerta reuniones con sus clientes. También atiende entrevistas como la de Creative Chair, iniciativa que reconoce la labor de creadores relevantes en el mundo como Brian May, Paula Scher y Sir David Attenborough. Big Gil ha sido el segundo latinoamericano invitado a ocupar ese prestigioso asiento este año. Para leer la entrevista completa: https://creativechair.org/gilberto-lopez-biggil/





Para llegar a la CIMA

Hace tres meses un amigo lo llamó para que desarrollara el identificador gráfico de un proyecto al que han llamado CIMA: Congreso Internacional de Marketing, que se realizará en Caracas en noviembre de este año.

Big Gil se ha involucrado mucho más en este evento en el que está involucrada Tata Gómez, Se trata de un “full day” de especialistas del mercadeo nacional y esperan traer un invitado internacional.

Para la ocasión Big Gil diseñó una marca inspirada en El Avila, que considera “el Monte Fuji de los caraqueños. Es un símbolo de ascenso, de llegar a la meta, es decir, llegar a la cima”, cuenta.

Además de ser diseñador de la imagen del evento, participará como expositor: hablará sobre lo que denomina “gráfica poderosa”, los procesos creativos y técnicos para llegar a ella, mientras que Royne Moreno, de Malavirra lo complementará en términos de mercadeo.

Estas son las actividades que mantienen activo a Big Gil, quien sigue enfocado en el fin último de crear la historieta de Magnífico.

Bunny Darko

Más Info:
Big Gil en Behance: https://www.behance.net/BigGil

Instagram: @esmagnifico / @biggil1966