Waleska Belisario: “Diseñar no tiene receta, lo más importante es aprender a ver y oir”

Retrato cortesía de Cori De Veer.

Waleska Belisario es una de las representantes más importantes del diseño gráfico en Venezuela. Trabajó junto al maestro del diseño Gerd Leufert entre los años 1976 y 1985. Ha sido merecedora de importantes premios y reconocimientos en Venezuela y el mundo, entre los que destacan el diploma de honor en la exhibición “Los Libros Más Bellos del Mundo” en Leipzig, Alemania (1980). Por Cori De Veer



Waleska Belisario es referencia ineludible al abordar la historia del diseño venezolano. Se
puede apreciar la pasión por su profesión y la emoción que siente al hablar de los
diseñadores que la han acompañado en su trayectoria, como Gerd Leufert, Carlos
Canudas, Álvaro Sotillo, Carlos Rodríguez, Oscar Vásquez, Sigfredo Chacón, Mercedes
“Tita” Madriz, Carolina Arnal y Analiesse Ibarra, entre otros. Sin lugar a dudas, se siente
privilegiada de haber tenido la oportunidad de trabajar junto a los grandes del diseño
gráfico de Venezuela.

Ha obtenido galardones como la Mención de honor en la Bienal Internacional de Carteles en Lathi, Finlandia (1984); Mención de honor en el concurso de afiches para la I Bienal de Artes Visuales del Mercosur en Porto Alegre, Brasil (1997). Participó en la  Trienal de Carteles de Toyama, Japón (1997), en 2002 presentó la muestra individual Pordós, basada en su investigación tipográfica y fue reseñada en Stationen der  Buchkunst de Albert Kapr, Leipzig (1985).



Identificador de ABV Taller de Diseño, fundado por Arnal, Belisario y Vásquez.


Inicio profesional: GAN y Leufert

Waleska Belisario nace en Caracas el 31 de diciembre de 1954. Desde muy temprano
siente una gran inclinación hacia las artes plásticas. “Desde pequeña me gustaba siempre
hacer cosas manuales”. Se gradúa muy joven del colegio - a los quince años-, y cuenta
que su hermana mayor estudiaba diseño industrial en el Instituto Neumann, lo que la lleva
a conocer el diseño gráfico y descubrir que era la profesión indicada para ella.


Se inscribe en el Instituto de Diseño Neumann donde pudo cursar únicamente dos años, porque por razones personales no logra concluir sus estudios.

En 1976, se tropieza en una parada de autobús, con Orlando Aponte quien fue su
profesor en el Instituto de Diseño. Él la recomienda para trabajar en la Galería de Arte
Nacional (GAN). Waleska pasa a ocupar el cargo de asistente en el Departamento de
Diseño y Publicaciones, donde trabaja junto a Carlos Canudas, Sigfredo Chacón, Ibrahim
Nebreda y Álvaro Sotillo.

Ese mismo año, la GAN le ofrece una gran oportunidad a Waleska: trabajar en las
mañanas en el taller de Gerd Leufert y en las tardes en la GAN.

Su primera tarea junto a Leufert, fue asistirlo en la realización de unas estampillas para la
empresa Estatal Ipostel, proyecto para el cual fueron seleccionados Leufert junto a
Sigfredo Chacón , Santiago Pol, Álvaro Sotillo y Nedo.

Leufert fue fundamental en la formación como grafista de Waleska. “Aprendí a ver, él me
enseñó a ver”, “me hizo entender que no hay idea que se pierda dentro del acto creativo,
inclusive se aprende mucho de los errores, pues son parte del aprendizaje; te quedan
para usarlos para otra cosa o para no volver a cometer el mismo error”. Además, Leufert
le enseña otros valores como la puntualidad. “No se podía llegar ni antes, ni después; el
era muy puntual”.

La GAN y Leufert representan el inicio de la vida profesional de Waleska, junto a ellos,
continúa el resto de su formación como diseñadora gráfica por un periodo de once años,
hasta el año 1987.

En 1989, con Carolina Arnal y Óscar Vásquez funda ABV Taller de Diseño. Una empresa
especializada en diseño de imagen corporativa y producción editorial, con particular
acento en el área cultural.

ABV Taller de Diseño ha sido merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales, entre los que cabe destacar: Mención Honorífica en la Exposición Internacional del Arte del Libro en 1982, 1989 y 1994 (Leipzig, RDA); Conlatingraf 1993; Concurso Latinoamericano de Productos Gráficos “Theobaldo de Nigris” en Quito, Ecuador, 1995 y 2000; Grafinal en Brasil, 1989; además de varias ediciones del Premio Gráfico Nacional, Premio ANDA y Mejor Libro del Año (Fundalibro-Cenal). En 1998 el Centro Nacional del Libro le otorga el reconocimiento a ABV Taller de Diseño por la calidad de sus publicaciones. Este año, ABV ha cumplido 30 años, que celebró con una exposición y conversación en La Poeteca.

Los trabajos de Waleska Belisario han sido reseñados en publicaciones especializadas como: Diseño gráfico en Venezuela de Alfredo Armas Alfonzo y El Diseño Gráfico desde los orígenes hasta nuestros días de Enric Satué, al igual que en la revista Graphis No 297 en 1995, así como en la publicación Latin American Graphic Design de Felipe Taborda y Julius Wiedemann. Igualmente su producción con ABV fue seleccionada para la Bienal Iberoamericana de Diseño, Madrid, capítulos 2008 y 2010.


Si bien ABV se ha movido con fluidez en el diseño editorial, tiene en su haber trabajos en otras áreas, como la discográfica.


El diseño para Waleska Belisario

Belisario considera el diseño como una religión, un sistema de vida y una manera de
hacer las cosas. “Es algo que te atrapa, es una forma de hacer de algo ordinario algo
extraordinario. El diseño debe cumplir una función, debe ser sencillo, directo y
cromáticamente hermoso”. Cuenta que nunca para de aprender, de tener curiosidad y que
los libros y el internet son una fuente inagotable de inspiración. La curiosidad, el
conocimiento técnico y la intuición juegan un papel fundamental en su proceso creativo.
Afirma que para un diseñador es importante encontrar belleza e interés en las cosas
cotidianas.

Para ella los diseñadores son ante todo unos prestadores de servicios. “Ver, oír y sentir
forman parte de la sensibilidad que debe tener un diseñador para poder resolver los
problemas. Diseñar no tiene receta, lo más importante es aprender a ver, y eso solo se
logra realmente viendo”. Waleska resalta el peso que tiene una buena relación con el
cliente y la importancia de aprender a oír, “Hay que escuchar al cliente, estar atento a sus
necesidades, a lo que él espera de ti para que puedas satisfacer sus requerimientos”. Por
último habla sobre el sentir, para ella un diseño es bueno cuando cumple la función para
la cual fue solicitado, se deben compartir y conocer las ideas y forma de pensar del
cliente. Como diseñador uno ofrece una solución; ver, sentir y oír te dan la posibilidad de
saber cómo enfocar un trabajo”.

También resalta la importancia de la investigación previa al comienzo de un trabajo, que la
ayuda a plasmar en su diseño una intencionalidad en el uso de cada elemento.

Sobre los conocimientos técnicos, siente que el haber tenido la oportunidad de diagramar
y dibujar sin computadoras ha sido una gran ventaja que le ha permitido tener una mejor
perspectiva ante el diseño.

Al preguntarle cuál ha sido el momento más importante que ha tenido el diseño gráfico en
nuestro país, ella responde que ha sido la instauración del mismo en manos de Gerd
Leufert, Nedo y Álvaro Sotillo, entre otros diseñadores.

Piensa que en la actualidad el diseño en Venezuela se ve afectado por la crisis política,
económica y social. Sin embargo se encuentra optimista al afirmar que aún en éstos tiempos hay oportunidades y nuevos emprendimientos.

Cori De Veer es artista plástico. Realizó estudios de Comunicación Social en la Universidad Monteavila y el curso de ampliación Historia del Diseño Gráfico e Industrial en Venezuela, de la maestría en Artes de la Universidad Central de Venezuela.