Diseño distribuido e impresión 3d en la crisis del Covid-19

Máscara protectora diseñada por PRUSA. Su archivo ha sido compartido gratuitamente por esta empresa checa para su libre producción.

Nuestro colaborador José Ignacio Sánchez explica cómo diseñadores y makers están contribuyendo a solventar la carencia de algunos insumos en esta crisis. Si posees impresora 3D, cortadora láser y materiales como acetato, al final entérate cómo colaborar en Venezuela. Por José Ignacio Sánchez.

La resolución de problemas a través del diseño se ha masificado a partir de la crisis mundial que vivimos hoy en día ocasionada por la pandemia del Covid-19,  pues los diseñadores se han encontrado con un problema en sus narices para el que buscan a como dé lugar soluciones utilizando metodologías empíricas de diseño hecho al momento, pues el briefing viene directamente desde los hospitales y no hay tiempo para pruebas o validación. El feedback llega después de una semana por los médicos que han estado usando en modo de emergencia los productos hechos en los “makerspaces”, que van desde el baño que se convirtió en un laboratorio de impresión 3D, hasta un FabLab financiado por grandes universidades y compañías.
Estas soluciones han ido escalando  hasta abordar el trayecto del coronavirus desde el momento en que llega a una ciudad. Se han desarrollado desde aplicaciones y campañas de concienciación para prevenir el contagio, hasta respiradores artificiales fabricados dentro de los makerspaces.
La versión española de las caretas ha sido tomada como punto de partida por los makers venezolanos. Los diseñadores han puesto manos a la obra en su adaptación para el ahorro de material y disminución del tiempo de fabricación.
  A través de soluciones simples se pueden resolver problemas complejos, pues en Italia uno de los mayores problemas fue que las personas, al sentir el más mínimo síntoma, iban a los hospitales haciéndolos colapsar. Una de las soluciones frente a ese problema fue crear una aplicación donde se le pregunta al usuario el tipo de síntomas que siente y la misma evalúa cuales son las acciones que el paciente debe tomar. 
Los makerspaces son espacios donde se crean productos a través de máquinas de fabricación digital como impresoras 3D y cortadoras láser.  Además de ser centros educativos de desarrollo tecnológico que brindan soluciones, han demostrado ser centros de producción local por medio del diseño distribuido y también espacios donde se genera una ola de colaboradores que ya tienen sus impresoras 3D en la casa produciendo los productos pertinentes para resolver la crisis. 
Existen  dos casos importantes que han sido  reproducidos en todas partes del mundo. El primero son las Face Shield , unas caretas protectoras desarrolladas por el productor de impresoras 3D Prusa,  que tienen como objetivo cubrir el rostro con una lámina de acetato sujeta por piezas impresas en 3D. Estas máscaras han sido replicadas en las grandes ciudades del mundo,  siendo provistas por los organismos de salud para ser utilizadas dentro de los hospitales por todo su personal, desde los médicos, hasta las enfermeras y camilleros. Ante la emergencia mundial, voluntarios que tienen impresoras 3D en casa, reciben los archivos digitales y los envían a un centro de producción donde estos son distribuidos a los organismos de salud pertinentes.

Estas son las válvulas hechas en Italia en Impresión 3D. Para fabricarlas en Venezuuela, hace falta filamento PET o ABS, que se está solicitando en calidad de donación. Los makers se encargarán de producirlas gratuitamente.

El segundo caso es el de las válvulas desarrolladas en Italia para las máscaras respiratorias que se usan en las unidades de terapia intensiva, también liberadas por código abierto. Estas requieren de gran rotación, pues tanto las que son producidas en serie como las que son impresas en 3D deben ser cambiadas cada ocho horas. A consecuencia de la crisis , el productor se quedó sin stock y la solución fue imprimirlas en 3D para continuar con la terapia intensiva. 
Esto demuestra el gran poder del diseño distribuido, pues aborda la producción local a través de archivos que se transforman en productos elaborados en máquinas de fabricación digital. Pues es una gran solución y alternativa para la producción que estamos acostumbrados a tener, pues en este tiempo se evidencia que es vulnerable y difícilmente podemos estar dependiendo de una región para la producción de los insumos más importantes para el mundo.  Ante esta crisis se ha dado la mayor demostración de la historia de un ejercicio de diseño distribuido, pues miles de laboratorios alrededor del mundo han estado fabricando el mismo producto para la demanda local y cubrir las necesidades sanitarias de cada región.
La impresión 3D es una tecnología que está en una fase de transición, pues está entre ser una herramienta empleada para la  prototipación, a ser considerada también un proceso de producción. A pesar de que tiene la capacidad y la agilidad de crear formas complejas  para ayudar a resolver la crisis, todavía existen algunos puntos débiles, como la porosidad de algunos materiales y el tiempo de impresión, sobretodo en el tipo de impresión FDM (modelado por deposición fundida), que es la que emplea filamento. Un punto que ha sido mejorado con la masificación de la impresión 3D  tipo SLA (de resina), es que la calidad es notablemente mejor e imprime más rápido.   

Actualmente el 70 por ciento de las piezas impresas en 3D se logran a través de la tecnología FDM, es decir , un proceso más lento, pero más popular. Allí reside  la importancia de unir fuerzas para resolver una crisis como la del coronavirus con los insumos pertinentes que sean de ayuda para los organismos de salud.

Estas piezas son hechas en impresión 3D para las máscaras protectoras.

Cómo ser diseñador o maker voluntario

Para conectar a los makers de todo el país, se ha abierto un registro a través de la página web www.c193d.com

Hasta los momentos, además de En3D, los otros makers que se han involucrado son Nedraki, GraphoLab, 3D3 y 3DxCub3.

La web también posee un espacio de contacto por el que se pueden recibir donaciones de material -hacen faltan láminas de acetato de 180 gr o 0.37 mm, que es el de las carpetas de oficina en tamaño carta-, así como un botón para realizar aportes a través de un portal de donaciones opencollective.com

Explica el ingeniero Eduardo Alvarez, quien ha creado esta página web: "Hasta hace dos días, los hospitales y clínicas con las que hemos tenido contacto no habían tenido requerimientos de emergencia, pero ya han solicitado kits para el área de Caracas y para Aragua.  Queremos informar que los makers venezolanos nos hemos ido preparando, produciendo los kits y mejorando la logística de fabricación, recolección y distribución de los mismos para donde sean solicitados”.

En el momento de escribir esta nota los makers venezolanos están ultimando detalles para producir las primeras máscaras en Caracas y afinando la metodología y protocolos para replicarlos en cualquier otra parte del país.

José Ignacio Sánchez es Diseñador industrial egresado del Instituto de Diseño Caracas. En Venezuela trabajó para la creación del proyecto “EDU3D” y el laboratorio “Caracas3D” para llevar la manufactura aditiva a unidades educativas. Actualmente investiga los procedimientos y metodologías para aumentar la percepción del producto dentro de los laboratorios abiertos como los FabLabs y makerspaces en distintas partes de Brasil, adicionalmente facilita la transformación tecnológica dentro de la educación y las industrias más importantes a través de la fabricación digital. Es maestrante en Diseño, línea de investigación en Tecnología y Ergonomía en la Universidad Federal de Pernambuco. Creó el Proyecto Arepa, para configurar conexiones culturales a través del emprendimiento, tecnología, deporte y diseño entre los inmigrantes venezolanos en Recife y sus familiares alrededor del mundo.
Para convertirte en voluntario o donar, ingresa a: www.c193d.com