Muebles Mary y el feliz pasado de la industria del mueble venezolano

 

En el siguiente artículo relatamos más de sesenta años de historia de Muebles Mary, que también se sintetizan en la línea del tiempo «instalada» en su Showroom.

Por Elina Pérez Urbaneja.

Corría 1958 en una Venezuela que recién estrenaba Democracia en un contexto de prosperidad petrolera. El país suramericano se distinguía por mantener el proceso urbanizador y un entorno favorable a la inversión empresarial que destacó en los años de la dictadura perejimenizta.

Ese año, la «signora» Marietta de Amore, -inmigrante italiana-, fundó Muebles Mary, en una época en la que las mujeres se dedicaban a las labores del hogar.

Marietta de Amore, la fundadora de Muebles Mary.

Para iniciar su emprendimieto, doña Mary reunió a sus paisanos carpinteros para abrir un taller al que también invitó a algunos ex empleados de Muebles Azpúrua, fábrica que acababa de cerrar.

Durante esa pimera etapa que se prolongó a la década de los años sesenta, Muebles Mary se especializó en la fabricación de «muebles de estilo», principalmente piezas que rememoran los clásicos ingleses y franceses.

De aquel momento data la Poltrona Sendero, considerada «una joya» por Giovanni Napolitano, yerno de doña Mary, quien posteriormente se unió al negocio. Sendero es un hermoso asiento tallado y dorado en madera y esterilla.

Poltrona Sendero

La planta en La Yaguara

En los años sesenta, Muebles Mary adquirió un terreno en La Yaguara, donde pronto se construiría la planta y una tienda que fueron inauguradas en enero de 1970, la cual llegó a ser ampliamente conocida por el público caraqueño hasta los años noventa.

Los talleres crecieron hasta el punto de que fueron dotados con máquinas que permitieron el ensamblaje de ciertas piezas en serie y también incluir el «factor diseño», con la contratación de Bernabé Melero.

Bernabé era hijo de Francisco Melero, inmigrante español que junto a su hermano Mateo, abrió una carpintería en Ureña. Bernabé estudió decoración, trabajó en Muebles Azpúrua, también en Telasa, y en el umbral de los setentas daba clases en la Academia Domus, que estaba ubicada en Sabana Grande. Allí fue donde Giovanni Napolitano lo reclutó como diseñador para Muebles Mary.

Peinadora de la Colección Mérida.

Napolitano recuerda el buen gusto y las habilidades de «dibujo a mano alzada» de Melero, quien creó la Colección Mérida para Muebles Mary, con un «look» contemporáneo, en el que resaltaba la estructura de madera de pino liso curvado y tapicería con los diseños y colores propios de los años setenta.

Mérida fue pensada para equipar completamente el hogar, pues se crearon los juegos de recibo, comedor y dormitorio, que se presentaban en showrooms ambientados como si fuesen un apartamento modelo en la feria del mueble que en aquellos días se montaba en el Liceo Andrés Bello, antes de que se construyera la Zona Rental en Plaza Venezuela.

El Ministro de Fomento, Héctor Hernández Carabaño, ingresando al stand de Muebles Mary.

En los ochenta Mary se viste de Cuero

En otros textos ya lo había escrito: el «Viernes Negro», paradójicamente impulsó la producción nacional, porque la devaluación impuso restricciones a las importaciones. Muchas necesidades debieron ser cubiertas por nuestra industria.

En el sector del mueble destacaban Muebles Mary y Hervigón, quienes anunciaban a página entera en las revistas dominicales encartadas en los diarios de circulación nacional.

En 1981, la hija de doña Mary, Grazia Amore, y su esposo Giovanni Napolitano, fueron invitados a París para asistir a la ceremonia de entrega del Trofeo Internacional del Mueble Europa, que premiaba la excelencia en el diseño y fabricación de Muebles Mary.

Así se exhibían los muebles en los años setenta.

Fue en esos años que se trajo al arquitecto italiano Aldo Caraceni para crear una colección con criterio industrial.

Caraceni creó con ese fin «Mary Cuero», cuyo lanzamiento se realizó en el Hotel Tamanaco. Se trató de muebles de estructura tubular combinados con cuero (no piel, aclara el señor Giovanni Napolitano), un material grueso y duro, para el que se debió comprar una prensa hidráulica para conseguir los cortes precisos de los moldes.

Con esta propuesta que resultó demasiado «de avanzada» para el gusto del venezolano, Muebles Mary actualizó y se puso a tono con lo que ocurría en el sector internacional del mueble, el cual conocía al dedillo, pues sus dueños eran visitantes asiduos de la Feria del Mueble de Milán.

Aún en los años 80, los Napolitano-Amore también apostaron por la diversificación del negocio, con la apertura de la marca Neomobil, con tienda en Las Mercedes.

Tonia, de la colección Mary Cuero.

Vuelta al clasicismo

En el umbral del siglo XXI hubo un «revival» del clasicismo en el diseño interior y el mueble, y Muebles Mary no se eximió de esta tendencia, abriendo nuevamente las puertas a Bernabé Melero, quien con altos conocimientos de los diferentes estilos históricos, diseñó la colección Neoclásica, que demarcó el regreso de la madera y las telas.
Para estos años se incorporó al negocio familiar la segunda generación, conformada por Patrizia y Verónica, las hijas de Grazia y Giovanni.

Verónica estudió diseño en el Politécnico de Milán y a su regreso a Venezuela comenzó a trabajar en el diseño interior, que para aquel momento aún se proyectaba a mano.

En los noventa también se iniciaron las actividades de Muebles Mary en el mundo de la restauración, con la recuperación de la colección de sillas presidenciales de Miraflores, encomendada durante la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez.

Sofá Elizabeth.

Siglo XXI, los años de resistencia y resiliencia

Para ningún venezolano es un secreto que a partir de 1999 se pulsó el «play» del proyecto de destrucción del país. Nadie ha quedado incólume en este proceso, no obstante, la diferencia ha sido como cada uno ha tomado los cambios drásticos que hemos experimentado en el país.

Para Muebles Mary, la turbulencia ha obligado a disminuir actividades de manufactura y adentrarse en la importación, porque tampoco es un secreto que es difícil competir con los precios de los productos chinos, aunque su calidad no sea la óptima.

Las sillas presidenciales restauradas en los 90.

La resiliencia, se ha convertido en un valor. «El hecho de que somos una familia muy unida nos ha sostenido en el tiempo «, asevera Verónica Napolitano, quien está actualmente al frente de Muebles Mary junto a su madre, formando a la tercera generación para que tome las riendas del legado «della nonna».

La restauración de mobiliario se ha convertido en uno de los servicios, así como la fabricación a medida para proyectos de hotelería y restauración, como las sillas y mesas del reconocido restaurante Alto, creadas por el arquitecto Alejandro Barrios, ganador de un premio James Beard en los Estados Unidos.

Para el Caracas Design Week, Muebles Mary lanzó su nueva colección, traída de Brasil, pues el país vecino posee una robusta industria del mueble, donde el diseño ya se ha introyectado como un factor de diferenciación y calidad.

Los inicios en los años sesenta con los muebles de estilo.

El timeline

El mes de junio 2023 inició con la primera edición del Caracas Design Week, en la que se realizaron más de cien actividades diferentes, en las que las mueblerías de Las Mercedes tuvieron destacada participación.

Muebles Mary participó con diferentes actividades y un timeline, para resaltar sus hitos históricos. Tal como indica Verónica Napolitano: «El Caracas Design Week fue super positivo para nosotros, porque nos dio la oportunidad de abrir el Museo Mary, que era una idea que yo venía pensando para mostrar lo que Mary ha hecho a lo largo de su historia. Tenemos muchas imágenes, fotos, herramientas, piezas, herrajes y materia prima guardadas que vale la pena mostrar al público para que éste se nutra y valore el legado que mostramos, sobre todo la nueva generación que no sabe qué es Muebles Mary.

Iniciativa en el siglo XXI: Chair Affair, el arte se une al diseño.

Simbold tuvo la oportunidad de desarrollar el contenido y diseño del timelin de, que en palabras de Grazia de Napolitano, «puedo decir que lo que más nos inspiró fue ver cómo la empresa se ha mantenido firme a pesar de todos los inconvenientes económicos que ha tenido el país, además de querer mostrar que por el taller de Muebles Mary pasaron los mejores artesanos ebanistas, tallistas, que había en Venezuela, fue un crisol de artesanía. Aparte de eso, nos acercamos a diseñadores de éxito».

En la investigación realizada, vimos que Muebles Mary ha sido una escuela. «De hecho, durante mucho tiempo tuvimos un convenio con el Ince donde dábamos clases de pintura y de hojillado», cuenta Grazia de Napolitano.

A raíz del Caracas Design Week, el equipo de Muebles Mary quedó motivado «para seguir transmitiendo nuestros conocimientos y mantener el legado que honramos y queremos mantener», afirma Verónica Napolitano.

Fotografías: Archivos de Muebles Mary.

Más info

mueblesmary.com

@mueblesmary