El Dios del diseño industrial en Caracas: “No sufro bloqueos creativos”

 

El aclamado Karim Rashid vino para dictar la conferencia “El futuro del diseño” en la Caracas Design Week. Fue el invitado que le dio el toque internacional al evento.

Por Elina Pérez Urbaneja

En el diseño mundial hay un grupo selecto de creativos considerados “héroes”. Podemos afirmar que Karim Rashid trasciende ese estatus para remontar la cúspide del Olimpo hasta alcanzar el nivel divino.

Se preguntarán porqué que no resalté alguna frase “de diseño” en el título. La razón es que me llamó poderosamente la atención que el icónico diseñador industrial de los lentes de pasta gruesa abordara temas incómodos y hasta políticamente incorrectos en el país de la censura y la autocensura. Ventajas de estar más allá del bien y del mal.

En la rueda de prensa, junto al director del IDC, Jorge Wahbeh.

Tuve el privilegio de ser invitada por el Instituto de Diseño Caracas como periodista especializada para la rueda de prensa y para cubrir la conferencia “El futuro del diseño” abierta para el público general el martes 4 de junio, puesto que el día anterior fue el encuentro con los estudiantes de la escuela organizadora del evento.

El día de la conferencia, la sala de Los Galpones estaba atestada y con una energía similar al preámbulo del concierto de una estrella de rock. Karim Rashid ingresó abrazado por los aplausos del público que fue a admirarlo en persona y sobre todo, a escuchar su mensaje.

Tras las buenas noches, la frase: “Quiero ver este país libre”, que más que una declaración política, fue la declaración de principios de quien afirma que “la libertad está adentro, cada quien puede ser libre y el diseño trata de hacer una mejor sociedad”.

Karim Rashid junto a su novia y los directores del IDC.

De Egipto para el mundo

Nacido en El Cairo, criado en Canadá, Karim Rashid vive en Nueva York, donde se ha erigido en ciudadano de mundo, receloso de la noción de nacionalidad y fronteras, porque considera que la humanidad está conectada y que cada persona tiene el potencial de cambiar el mundo.

Ha visitado 140 países que le han permitido nutrirse “y tratar de entender qué es el diseño: ¿un hecho artístico, económico, o un hecho político? Algunos dicen que el diseño es arte funcional”, reflexiona quien ha concebido cientos de productos de lujo, edificios y hoteles que generan el efecto “guao”.

Su portafolio de más de 4 mil diseños rotaba en las pantallas de fondo, mientras hablaba. Rashid ha hecho productos, interiorismo, moda, gráfica y arquitectura, para clientes provenientes de 40 países. Sus piezas forman parte de la colección de al menos 14 museos y alrededor de 300 premios reconocen su aporte.

“El arte es una de las profesiones más egoístas”

La rueda de prensa la inició señalando que la discusión arte-diseño ha durado mucho tiempo.

Para Rashid, “el arte es una de las profesiones más egoístas, y esto no lo digo de mala manera”.

Tal consideración emana de la idea de que el artista crea obras motivadas y validadas por sí mismo, mientras que para él, como diseñador industrial, “es muy difícil crear con mi propio criterio, porque cuando se diseña, se involucran muchas personas: fabricantes, artesanos, mercadólogos, en fin, muchos actores”, enumera, toma una pausa y espeta: “Puedo ser egoísta como el artista, inyectando mis propios valores y visión al diseño, pero no puede ser de esa manera. Por ejemplo, si toca crear una cama de hospital, debo tomar en cuenta un montón de criterios que la hagan funcional, cómoda, ergonómica, higiénica”.

Por ello sostiene que el diseño es un acto muy social, que trata de dar forma al mundo y al futuro”.

“Cuando veo un trabajo de diseño, no critico el diseño, sino que trato de imaginar las restricciones de la industria y del medio”, balancea.

Pero Karim Rashid también mide con ojo crítico a sus colegas: “un alto porcentaje son decoradores, no diseñadores”, ¡pum!

Las dimensiones en el diseño

“El diseño ya no se trata únicamente de objetos y espacios físicos, virtuales o el metaverso, sino de todo”, porque “el mundo análogo acabó”.

En “El futuro del diseño” se remontó a los tratados de arquitectura de Andrea Palladio que durante siglos han guiado el diseño hasta mencionar “que el siguiente nivel es la cuarta dimensión, el tiempo”.

Incluso, Rashid nombró la existencia de quinta y sexta dimensiones, “hay una loca en Los Ángeles, que dice que hay 24 dimensiones y probablemente hay más y ella tenga razón”, concluyó riendo.

 “Menos es mejor”

La centenaria escuela funcionalista afirmaba que “menos es más”, pero Karim Rashid insiste en que “menos es mejor”, haciendo alusión al estilo minimalista, pero colorido, que lo caracteriza, y a su postura a favor de la sostenibilidad.

Aunque el plástico ha sido el material por excelencia de los productos que ha diseñado, Rashid apuesta por el polipropileno como el menos dañino, y también apoya innovaciones como la de una empresa brasileña que creó un polímero con azúcar. En cambio, considera que “el policarbonato es el peor, porque no es reciclable”.

No obstante, rememoró que hace veinticinco años diseñó una urna de policarbonato transparente suspendida por un helicóptero, que era lanzado desde las alturas para que fuera enterrado por la fuerza de la caída, como el símil de “nacer de pie o caer de pie”.

Juga Chair.

Como ejemplo de su posición actual en pro de la sostenibilidad está la “Juga Chair”, diseñada colaborativamente con la empresa colombiana Muma en 2012, la cual evoca la topografía de las montañas antioqueñas y se fabrica en polipropileno 100% reciclable.

Bobble Bottle

También destaca “Bobble”, una botella de agua reusable en plástico PET, de líneas orgánicas con filtro de carbón incorporado en la tapa, que fue merecedor de seis premios de diseño industrial, entre ellos los prestigiosos Red Dot y el Pentawards, por su visión “verde” y la siguiente declaración: “Si fuera un diseñador joven, no quisiera estar en la industria automotriz”.

Para Karim Rashid es importante lo que ha denominado “diseño significativo”, en el que el creativo piensa tanto en material y forma como en el ciclo de vida del producto.

¿Creativo o prestador de servicios?

Me pareció infinitamente divino cuando el conferencista internacional respondió una pregunta de una jovencita, de la siguiente manera: “Hay empresas que me buscan con un moodboard. Esto no lo entiendo, porque ¿ellos quieren un creativo o un prestador de servicio? A los diseñadores les digo que tengan cuidado con convertirse en prestadores de servicios”, por un lado, mientras que por el otro aboga por la educación del cliente.

En su caso, asevera que tiene más ideas que cantidad de clientes y que no sufre bloqueos creativos.

Otra perla irresistible, sobre el plagio: “¿Por qué se molestan cuando los copian? El que se molesta, es porque no tiene más ideas”.

En la rueda de prensa, junto al director del IDC, Jorge Wahbeh.

Sin embargo, indica que ve a muchos diseñadores copiando, “y lo peor es que firman, es una pesadilla”.

El diseñador industrial pronunció más ideas que sacudieron los cerebros de los asistentes, como: “No pensamos en diseño cuando hacemos políticas, pero eso también es diseño”.

En fin, Karim Rashid vino al Caracas Design Week para compartir su pensamiento, sintetizado en la declaración impresa en la cara frontal de la franela que lució en su encuentro con los escasos periodistas que difunden el diseño: “Create, don’t Destroy”.

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karimrashid.com