Del motion graphics a los videojuegos, el director de arte marabino logró un Emmy, su gran anhelo profesional.
El domingo 19 de septiembre de 2021 se realizó la ceremonia de entrega de los premios Emmy, en la que el diseñador venezolano Eduardo Guisandes resultó ganador en la categoría "Outstanding Main Title Design" para "The Good Lord Bird", serie de televisión producida por el también actor Ethan Hawke, cuya historia se basa en la novela de James McBride.
La vocación
Eduardo Guisandes se graduó como licenciado en Diseño Gráfico en Urbe, una carrera que le proporcionó ciertas herramientas para lo que en realidad deseaba ser: motion designer.
Con la animación como vocación y proyecto de vida, realizó cursos por su cuenta, con el sueño de mudarse a Caracas para trabajar en Totuma, lo que no se llegó a dar, pues cuando se graduó, ya no había industria televisiva, ni estudios de animación en el país.
Pese al cáustico panorama, Guisandes hizo pasantías en el estudio marabino Atarraya, donde obtuvo experiencia y aprendizaje de los socios fundadores, Esteban Chacín y Juan Aguilar.
Atarraya también cerró, dejando como herencia sus clientes a Guisandes, quien se unió a algunos amigos para atenderlos. Durante ese tiempo, hicieron trabajos para Voz Veis, San Luis y Mermelada Bunch, entre otros.
Viaje para alcanzar un sueño
Eduardo Guisandes comenta que en Venezuela aprendió a hacer de todo: diseñar, ilustrar, animar, buscar clientes y facturar.
La situación cambió cuando lo contrató el estudio californiano King & Country, que lo ayudó a arreglar sus papeles para mudarse a vivir a los Estados Unidos y se convirtió en su amuleto, porque con ellos fue que obtuvo seis años más tarde el premio Emmy.
"Cuando llegué a Los Angeles me sentía intimidado por el nivel de ese mercado súper especializado", confiesa y al mismo tiempo reconoce que a pesar que el perfil que llevó de Venezuela era generalista, lo ayudó al principio a hacer un poco de todo. Sus ganas de aprender lo condujeron a experimentar, hasta consolidarse como un director de arte cuyo fuerte es el "style frames".
Para Guisandes, el esquema de trabajo estadounidense, en el que un proyecto es asumido por equipos de 10 personas o más, permite "diseñar lo que tú quieras, pues como director de arte puedo valerme de contratar artistas con estilos definidos, disfrutando y aprendiendo de lo que hacen. Esto es más versátil para mí".
La licitación que condujo al premio
Las casas productoras de la serie "The Good Lord Bird", Showtime Presents, Blumhouse Television y Mark 924 Entertainment, abrieron una licitación para definir el estudio de animación que realizara los créditos del programa televisivo, inspirándose en el "outsider art" del afroamericano Bill Traylor, de estilo ingenuo y minimalista.Guisandes fue comisionado por King & Country para dirigir la licitación, para la cual preparó tres propuestas. La última de ellas era "el as bajo la manga", de carácter experimental. "Es la que yo quería hacer", relata el director de arte venezolano.
Para su sorpresa y agrado, fue esa la propuesta aceptada, tal cual como se presentó, sin modificaciones por parte del cliente.
Guisandes también cuenta que para desarrollar las propuestas leyó el libro, pues de la serie apenas estaba grabado un piloto. Conocer bien la historia le permitió presentar propuestas "con detalles escondidos, símbolos que sólo se pueden saber si se conoce la historia".
El Emmy
El resultado fueron unos créditos presentados en una animación de estética minimalista, pero simbólicamente rica y llena de significados. "Los trazos son imperfectos, muy conectados con el arte ingenuo. Es una animación 2D que tiene mucho 3D por debajo, que ayudó con la perspectiva y los ángulos de cámara", explica Guisandes.
Para la animación del personaje "Onion" usaron un capturador de movimiento, animación y modelado 3D, y para algunos movimientos particulares, con un Iphone aplicaron la técnica de rotoscopia.
"The Good Lord Bird" sólo obtuvo una nominación para el Emmy, que se llevó con unos créditos de apertura que se salen del fotorrealismo imperante en la pantalla, por un estilo que llamó la atención por su frescura y aparente sencillez.
A casi cuatro meses del galardón, Eduardo Guisandes reconoce que asistir a la ceremonia fue "surrealista, por estar rodeado de tanta gente famosa", además de ser una sorpresa y un honor que compartió con Efraín Montañés, director creativo principal, y la animadora 2D Abigail Fairfax.
De la tv a los videojuegos
Actualmente Eduardo Guisandes es director creativo de We are Royale, que tiene sedes en L.A. y en Seattle.
Su trabajo actual es una consecuencia de haber ganado el Emmy, pues We are Royale lo buscó: "es bonito que pase esto", reconoce.
Pasó del área audiovisual al marketing para videojuegos, área donde prepara material para juegos que se estrenarán dentro de dos años.
"Estoy muy involucrado con lo que hacen los desarrolladores desde el inicio. Es interesante, porque puedo proponer ideas y también probar funcionalidades".
Para Eduardo Guisandes los retos laborales del presente lo entusiasman, porque a él le atrae la versatilidad y el cambio constante. No se ata ni a un estilo, porque su tónica es disfrutar la variedad.