La edición 2023 ha sumado 12.522 trabajos inscritos que superan la cifra del 2021. El evento principal se realizará en noviembre en Santa Cruz de la Sierra y La Paz.
Bienales del Cartel en Latinoamérica: Parte 2.
El viernes 21 de abril cerró la recepción de postulaciones para la edición 2023 de la Bienal del Cartel Bolivia -conocido como BICeBé-, el evento internacional de diseño y artes visuales más importante de Bolivia y el Cono Sur, cuyo evento principal se realizará del 20 al 24 de noviembre en Santa Cruz de la Sierra y del 27 al 29 del mismo mes, exhibiciones y charlas en La Paz.
Nos indicó su Directora, Susana Machicao, que la Bienal fue creada en 2009 con la motivación de “Conocernos entre los bolivianos inicialmente, y trascendió a lo que es actualmente”.
La edición BICeBé 2023 es la que más ha captado postulaciones, llegando a 12.522 trabajos provenientes de 90 países que el jurado debe revisar para elegir a los ganadores de las seis categorías que incluyen carteles culturales, sociales, publicitarios, animados y las dos categorías inéditas con reflexiones visuales sobre “El día del sobregiro de la Tierra” y “Tecnología y salud mental”.
BICeBé está en pleno desarrollo. Consultamos a Susana Machicao sobre la trayectoria de este evento que ha logrado el prestigio internacional.
Los inicios
¿Quiénes crearon la BICeBé?
La BICeBé en el formato que la conocemos hoy en día se generó por la voluntad de un grupo de diseñadores de dar continuidad a un evento previo con alcance iberoamericano que se había llevado a cabo en dos versiones y luego dejó de realizarse. La primera bienal 2009, formuló nueva agenda como evento, pensó en un público internacional, efectuó acuerdos y acercamientos con todas las carreras de diseño del país y definió los alcances con un evento internacional y una agenda que incluyera Talleres, Conferencias y Exhibiciones.
Detrás siempre estuvo la voluntad de diseñadores como personas civiles trabajando con la responsabilidad como bolivianos que conlleva un evento internacional representante de nuestro país. Desde el 2011 se consolidó el apoyo de algunos actores latinoamericanos que nos permitió caminar con la bienal como la conocemos hoy en día.
La Bienal 2023 se realiza bajo la visión de Frank Arbelo, Coordinador general, Victor Hugo Ordoñez, Exhibiciones y mi persona en la Dirección.
¿Cuáles fueron las motivaciones para crear un evento de esa clase?
Conocernos entre profesionales, brindar un espacio de intercambio y formación, principalmente. Adicionalmente mantener los altos estándares de otras bienales con respecto a la Convocatoria Internacional de Carteles y generar una agenda que complemente en contenido y muestras una agenda pedagógica y cultural.
Una muestra de la economía naranja
¿Puede indicarnos cuál fue la edición que consideran más exitosa y la que captó más postulaciones?
Siento que la Bienal ha vuelto a nacer en cada versión y en esta particularidad no puedo decir cuál fue la más exitosa. Cada versión es un nuevo aprendizaje y en cada versión tratamos de proponer una mejor agenda.
Por cierto siempre hemos tenido un incremento de recepción de carteles, pero no es el centro de la motivación de la bienal. Es un argumento del cual sentimos orgullo, pero nos centramos más en la planificación del contenido de la agenda.
En la BICeBé el cartel es la excusa para reunirnos y construir contenidos que sabemos que son del interés de todos. Recibimos siempre delegaciones de otros países, universidades y profesionales que ahorran al acabar una bienal para poder venir a la siguiente. Si acaso podemos llamarle un éxito es el momento en el que la BICeBé ha dejado de ser percibido como un evento boliviano, para ser ventana del diseño latinoamericano al mundo. No sé cuando pasó esta percepción, quizás en el 2013 y desde entonces lo asumimos como una responsabilidad en todo el sentido de la palabra.
Cuáles han sido los principales logros y los límites o dificultades que han surgido a lo largo de la trayectoria de la Bienal y cómo los han resuelto.
Somos un evento cultural dentro de las agendas de las ciudades, entramos dentro de la economía naranja como diseño y esto nos ha llevado a estar presentes en 5 mercados de industrias culturales regionales con la presencia de diseñadores de toda Latinoamérica.
Esta invitación nos ha permitido no solo conocer grandes talentos que han estado en la bienal, sino tener el respeto y entrar dentro de la agenda de los festivales regionales.
Las dificultades, como en cualquier evento independiente, siempre es el tema presupuestario y lejos de hablar desde la necesidad, siendo un país con limitaciones en comparación a Brasil, Argentina o México, hemos aprendido un modelo de gestión que nos permite proyectar un evento que recibe apoyo de instituciones públicas de cultura, representaciones internacionales, pero de una manera simbólica. Todo lo que la bienal recauda va a la generación propia del evento. Es por esta razón que hemos crecido orgánicamente.
Hemos pasado crisis políticas, pandemia, crisis financieras y nos esforzamos por ser consecuentes con las más de 12.500 personas de 90 países del mundo que nos enviaron sus carteles este 2023. Este año les daremos muchas alegrías y no les pediremos nada a cambio.
“Los muros han cambiado”
¿Cómo deciden cuáles serán los temas?
Es un permanente coolhunting. Las temáticas inéditas han sido pertinentes y elogiadas. No lo tomamos a la ligera y claramente son analizadas desde muchas visiones, sobre todo por parte de nuestro Consejo Internacional de Diseño del Cartel CIDC.
Del cartel impreso al digital… ¿Cuáles son sus apreciaciones sobre la evolución o transformación del diseño de carteles durante la existencia de la Bienal?
Siempre valoraremos el impreso, el valor del papel, la textura de la tinta, el olor de un buen cartel serigrafiado original. Sin embargo quien no se adapta caduca. Entendemos que no podemos generar espacios con temáticas medioambientales en convocatorias y/o concursos con el doble discurso y no tomar en cuenta la huella que como eventos dejamos con la solicitud de carteles impresos, que vienen en avión, que emplean movilidad, manipulación, etc.
El lugar del cartel no solo es la calle. Los muros han cambiado, la búsqueda de información también. No podemos firmar nuestra sentencia admitiendo que solo hay una manera de apreciarlo o difundirlo.
La BiCeBé se enorgullece e invierte mucho en la realización de sus muestras impresas, pero en este camino hemos reducido mucho en referencia de tener un discurso concordante y nos hemos abierto también a una categoría de cartel animado (digital) que nos ha dado gratas sorpresas ya en 3 versiones.

¿Cuáles son los principales retos de la próxima edición?
El principal reto de esta que se hará en noviembre ha sido cambiar de sede. Entendernos la diversidad propia del país para poder generar contenidos y actividades que dejen reflexiones en beneficio de la compresión de la profesión y el diseño para el desarrollo de los países.