La abogada Gabriela Campos nos explicará en una serie de artículos, qué es el plagio, en qué consiste y sus recomendaciones para proteger la obra artística.
Por Gabriela Campos. Parte 1.
Sin dudas uno de los peligros a los que se enfrenta cualquier profesional en las áreas creativas es el plagio. Este flagelo sin duda ha afectado a todas las formas de expresión artística e intelectual, desde las obras literarias, pasando por pinturas y canciones. Y a medida que la tecnología ha ido evolucionando permitiendo que las formas de hacer y comunicar las expresiones artísticas se hayan vuelto más accesibles, las formas de plagiar, desafortunadamente, también se han vuelto más asequibles.
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Ahora bien, las artes gráficas han experimentado un gran auge en los últimos tiempos, siendo las carreras relacionadas con el diseño gráfico y la ilustración algunas de las más demandadas por los jóvenes creativos, por lo tanto se hace necesario que los todos los profesionales de estas áreas, conozcan los riesgos del plagio de sus obras, la delgada línea que existe entre la inspiración y el plagio, las formas de protección con las que cuentan los creativos y por supuesto, algunos casos famosos de plagio.
¿Qué es el plagio?
Primeramente se debe comenzar por lo básico. Para tener una idea exacta de lo que es el plagio debemos acudir a su definición. En este sentido, según la Real Academia Española (RAE), el verbo plagiar significa “Copiar [obras ajenas], dándolas como propias”.
El plagio es un acto conocido desde hace siglos, de hecho, plagio proviene del griego que significa “oblicuo o engañoso”, además en la era romana existió una ley que se denominaba de plagiariis, cuyo objeto era castigar a los ladrones de esclavos.
Así que vemos que desde tiempos remotos la palabra plagio ha estado asociada con el robo y el engaño, por lo que poco a poco, esta palabra a la que nos estamos refiriendo, comenzó a ser usada para referirse a la copia de obras artísticas de cualquier tipo.
La inspiración y el plagio
Ahora bien, todos los creativos en algún punto de sus carreras han estado influenciados por otros, tanto por su estilo o temática. De hecho, Pablo Picasso, uno de los grandes pintores del siglo XX dijo que “los buenos artistas copian, los grandes roban”. Por lo tanto, es normal que los creativos tomen algún elemento de un artista al cual admiren, pero lo importante es que el creativo incorpore elementos de su visión y personalidad en la obra, que dé como resultado una nueva obra distintiva.
En consecuencia, como artista es importante que se vaya trabajando en un estilo propio, bien sea con unos trazos que sean distintivos, una paleta de colores o una temática que sea de su preferencia y que se desee explorar. Con ello, la obra tendrá la originalidad necesaria para destacarse por sí misma y dar origen a una fructífera carrera en la industria creativa.
Es interesante destacar que artistas famosos como Andy Warhol, Roy Lichtenstein y Jeff Koons han sido acusados de cometer plagio, inclusive hasta la empresa española Zara ha sido señalada de plagiar las obras de artistas que no cuentan con mucho reconocimiento público. Por lo tanto, el plagio es algo con lo cual los creativos tendrán que lidiar en algún punto de sus carreras.
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Sin embargo, los creativos y autores cuentan con la figura del derecho de autor, cuya finalidad es respetar los derechos de comercialización, difusión y la integridad de su obra, y es preciso indicar que, básicamente, el único requisito que debe cumplir la obra de un autor para estar protegida bajo esta figura jurídica es que sea original.
En un próximo artículo conoceremos cuáles son los tipos de plagio que son cometidos contra las obras y se comentarán algunos de estos casos famosos. Así que no te pierdas los próximos artículos relacionados con este tema en Simbold.
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