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La primera Licenciatura en Diseño Industrial del país cumplió 25 años

En ocasión del día internacional del Diseño Industrial, compartimos los testimonios históricos de la Escuela de Diseño Industrial de la Universidad de Los Andes

En mayo, la Escuela de Diseño Industrial de la ULA arribó a los 25 años de inicio de sus actividades. Este cuarto de siglo lo celebraron internamente en estos momentos difíciles en la ciudad de Mérida, golpeada por la crisis eléctrica y las fallas constantes de conexión a las que se están sometiendo las regiones del país.

No obstante, hay ganas de salir adelante para continuar formando profesionales que generen soluciones para Venezuela y que sean competitivos en el mundo, tal y como nos manifestaron sus profesores en sus respuestas a las preguntas de Simbold.

Momentos relevantes en 25 años

¿Cuáles son los hitos más importantes de la EDI-ULA en estos 25 años?
El 25 aniversario que estamos celebrando se refiere al inicio de actividades docentes de nuestra Escuela de Diseño Industrial (EDI) y no la fecha oficial de su creación por el Consejo Universitario de la ULA, que fue el 10 de septiembre de 1997. La segunda es que, lo que el Consejo Nacional de Universidades (CNU) le aprobó a la ULA el 22 de mayo de 1996 no fue sólo la creación de la primera Licenciatura en Diseño Industrial del país, sino también la creación de la primera Escuela universitaria de Diseño Industrial de Venezuela, ya que ambas cosas eran parte del mismo proyecto académico sometido ante esa instancia nacional. Si bien en el pasado se ha usado la calificación de “Escuela” con bastante libertad para designar muchos de los establecimientos que han impartido cursos de diseño industrial en el país, la Ley de Universidades es bien clara al estipular que dicha denominación sólo puede ser asignada a aquellas dependencias universitarias que siendo parte de una Facultad responden a una estructura académico-administrativa integrada por varios departamentos. Con esto en mente, nuestros hitos históricos más importantes en estos 25 años han sido:

1998

El 04 de mayo de 1998 inicia sus actividades académicas la Escuela de Diseño Industrial de la ULA con sus primeros siete profesores y una cohorte de 61 estudiantes. Dicha planta profesoral creció con el tiempo hasta llegar en el 2008 a contar con 35 profesores y 3 auxiliares docentes para atender una matrícula de aproximadamente 250 estudiantes.

1999

El 17 de julio de 1999 la Escuela realizó la primera visita a las industrias del centro del país como actividad de formación complementaria del área de tecnología para el diseño industrial para conocer de primera mano los procesos e instalaciones de ensamblaje y manufactura de empresas como la Ford Motors, Vencerámica y la Owen-Illinois. Esta actividad se continúa realizando con regularidad anual o bianual hasta el día de hoy.

2000

En el año 2000 la EDI inicia una dinámica de intercambio de experiencias y conocimientos con otras instituciones dedicadas al desarrollo y enseñanza del diseño industrial de Venezuela, Sudamérica y España. Con este fin se traen invitados a Mérida para organizar “Encuentros Interinstitucionales de Diseño Industrial” y actividades de formación. Se realizó un primer encuentro con docentes de la Universidad de Valparaiso (Chile) en enero del 2000 y otro con docentes de la Universidad Politécnica de Valencia (España) en Julio de 2005. Dentro de las actividades de formación destacan dos talleres en noviembre del 2000 con la participación del entonces Director del Instituto de Diseño Industrial (IDI) de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina); la 1ª Jornada de Actualización en Diseño Industrial (JADI) de junio del 2006, con invitados de Colombia y de la Fundación Instituto de Ingeniería de Caracas, entre otros; y un curso de actualización sobre diseño de productos realizado en Julio del 2007 con profesores de la Universidad Politécnica de Valencia (España). Esta dinámica de intercambio ayudó a consolidar la postura de la EDI frente al diseño industrial en sus primeros años.

2001

En mayo de 2001 nuestros estudiantes participaron y ganaron su primer concurso nacional de diseño al obtener los primeros lugares del “Concurso para el Producto Venezolano del Milenio”, evento organizado por el British Council, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Centro de Arte La Estancia. A partir del 2005 la participación de nuestros alumnos en este tipo de eventos se intensificó gracias a la organización del “Concurso de Diseño Masisa para Estudiantes”, en el cual obtuvieron medallas de oro, plata, bronce y menciones honoríficas en varias de sus ediciones; así como reconocimientos y premios en los “Premios Eureka-Universia a la Innovatividad Estudiantil” a partir de su 9ª edición, y en el “Premio Eureka al Futuro Diseñador Industrial” del 2007 en adelante.

2002

El 23 de febrero del 2002 la Escuela inició el programa de pasantías de sus estudiantes con la colaboración de varias empresas del sector industrial nacional. Este programa se convirtió con los años en factor importante para la inserción de nuestros egresados en el campo laboral, llegando a contar a partir del 2006 con la posibilidad de realizar pasantías en empresas y oficinas de consultoría de países como Argentina, México e Italia.

En el año 2002 la EDI inició su participación en exposiciones nacionales con diseños de sus estudiantes, empezando en el “1º Encuentro Nacional de Creatividad” organizado por el Ministerio de Educación y el CONAC, en Caracas, bajo el tema de diseño de juguetes y experiencias educativas. Posteriormente la EDI también lleva muestras de sus trabajos a eventos como: la Mega Exposición “El Arte Venezolano del Siglo XX” organizada en la Fundación CELARG de Caracas en noviembre de 2004, “La Fiesta de los Saberes” evento organizado por la Fundación Museos Nacionales y el Museo de Ciencias en Caracas en marzo del 2006, la Exposición del “2º Salón Nacional de Diseño Gráfico” organizado por LUZ en el Centro de Arte Lía Bermúdez de Maracaibo en Julio de 2006.

2003

El 24 de octubre de 2003 egresaron los primeros 24 Licenciados en Diseño Industrial de la ULA. A la fecha han egresado 17 cohortes de la Escuela.

2004

En abril de 2004, la EDI hizo su primera aparición en una exposición internacional de diseño participando con un modesto stand en la sección de Escuelas y Universidades del “Salone Satellite” de Milán; y en noviembre de ese mismo año también participa en el “7º Salón del Diseño de Buenos Aires”, aportando cuatro productos de los 26 que integraban el stand que representaba a Venezuela. Más recientemente, los diseños de sus estudiantes y egresados han sido también mostrados en algunas ediciones de la “Bienal Iberoamericana de Diseño” (BID) de Madrid, participando como Escuela en el 9º Encuentro BID de Enseñanza y Diseño en noviembre de 2021 con varios productos de nuestros estudiantes.

El 24 de mayo de 2004 el Equipo Rectoral de la ULA decidió adscribir los antiguos Talleres Artesanales de la ULA a la EDI, rebautizándolos como los “Talleres de Producción” de nuestra Escuela. Como tal pasaron a ser tanto un laboratorio de materiales para algunas prácticas docentes de la EDI, así como su unidad de actividades de extensión más importante. De hecho, en su recinto se han dictado cursos con varios niveles de duración dirigidos al público en general para la elaboración de productos cerámicos, textiles y de orfebrería, y cursos cortos sobre creación de pequeñas series de orfebrería con electro conformado, modelado escultórico, vidrio termo-formado y sobre acabados superficiales en productos metálicos. Su labor como unidad de extensión también ha ayudado a proyectar a la EDI tanto nacional como internacionalmente al presentar los productos de sus instructores y alumnos en eventos como: la Exposición de Artesanía Venezolana organizada por el Centro de Arte La Estancia en el 2005 y en la Feria Internacional Artetextil del Hotel Caracas Hilton, en la Feria Internacional de Arte Textil, Textura y Color de Quibor (edo. Lara), en el Salón de Orfebrería del Museo de la Estampa y del Diseño de Caracas, en Encuentros Artesanales como el organizado en 2007 por CANTV en Caracas y los Encuentros Hispanoamericanos de Plateros.
El 13 de septiembre de 2004 se creó el “Centro de Diseño Industrial” (CENDI) de Mérida, como parte de un acuerdo suscrito entre la Corporación Parque Tecnológico de Mérida y la Escuela de Diseño Industrial en aras de promover la incorporación sistemática del diseño industrial en las pymes manufactureras, así como brindarles asistencia técnica especializada.

2006

El 20 de junio del 2006 la ULA y la Universidad Politécnica de Valencia (España) firman un convenio de cooperación para dictar en Mérida una edición del “Master en Diseño, Gestión y Desarrollo de Nuevos Productos” de dicha universidad española utilizando para su dictado personal docente de ambas universidades. Esta maestría se dictó en Mérida entre noviembre de 2008 y octubre de 2012, constituyéndose en el primer acercamiento al dictado de un curso de postgrado sobre diseño industrial en Venezuela.

El 12 de septiembre del 2006 la ULA también firmó un convenio de cooperación con la Universidad de Especialidades Espíritu Santo de Guayaquil (Ecuador) para el intercambio de profesores y la realización de proyectos conjuntos de investigación, constituyéndose durante los dos años de su implementación en un medio idóneo para proyectar la visión sobre el diseño industrial de la EDI en el extranjero, de manera inversa a como se había hecho, en sus inicios, cuando se invitaban profesores foráneos.

2008

En febrero de 2008 el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico de la ULA acreditó los primeros dos grupos de investigación de la Escuela: uno sobre factores socioculturales del diseño en Venezuela (GISODIV) y el otro sobre Ecodiseño y sustentabilidad (GIES). Con su creación y reconocimiento se apuntalan las actividades de investigación que algunos profesores venían realizando desde los inicios de la Escuela y cuyos resultados fueron presentados en eventos nacionales como los “Congresos de Diseño” organizados por la Universidad del Zulia, los Congresos de la Asociación Venezolana de Semiótica, las distintas ediciones del “Simposium Internacional de Estética” de la ULA y las dos ediciones del “Encuentro de Historia y Estudios del Diseño” realizadas en Caracas y en Mérida respectivamente.

2009

En julio de 2009 el Grupo de Investigaciones en Ecología y Sostenibilidad de la EDI lanzó su revista científica digital, de nombre homónimo, con el apoyo del Laboratorio de Sostenibilidad y Ecodiseño de la Facultad de Ciencias Forestales de la ULA y como parte de un convenio suscrito con la Universidad Politécnica de Valencia (España). A la fecha se han publicado 14 números de esta revista.

2015

En junio de 2015 el Grupo de Investigaciones Socioculturales del Diseño en Venezuela lanzó su revista científica digital, de nombre “DeSigno”, con el apoyo del Centro de Innovación Tecnológica de la ULA. A la fecha se han publicado 6 números.

Como puedes ver un número significativo de los hitos mencionados tuvieron lugar en los primeros 12 años de existencia de la Escuela cuando nos estábamos consolidando como institución. En esos años el país estaba colmado de interesantes iniciativas que han ido desapareciendo con el tiempo.

Situación actual

¿Cuál es la situación actual de la EDI-ULA, post-pandemia? Tuve información durante la pandemia, que las clases estuvieron detenidas, por las fallas de electricidad y conexión generalizadas en la ciudad. ¿Cómo ha sido el regreso a la presencialidad?
Como en todas las Universidades del país, la pandemia nos obligó a suspender las actividades presenciales y a evaluar opciones para darle continuidad al trabajo que hacemos. Recuerda que las universidades públicas no sólo hacen actividades docentes, también hacen investigación y extensión. Por lo que ante las restricciones de la pandemia y las dificultades propias de la situación-país en regiones no tan privilegiadas como la capital del país en lo que respecta a suministro eléctrico, de combustible y conectividad de internet, tuvimos que reinventarnos. Esto en principio impactó significativamente la docencia (la cual no se detuvo del todo), mientras continuaron otras actividades como la investigación. Posterior a la pandemia, hemos tenido que enfrentar las limitaciones económicas y de equipamiento a las cuales han sido sometidas las Universidades públicas del país, las cuales estamos subsanando con la dedicación y mística de nuestros profesores, la colaboración de otras Escuelas de nuestra Universidad y el apoyo de nuestros egresados. Es que cuando uno entiende lo que significan para el futuro del país Escuelas como la nuestra, uno se carga de energías y encuentra modos inteligentes de adaptarse y superar los desafíos que nos imponen estas nuevas realidades. Por lo que la continuidad académica de la Escuela está hoy en día garantizada. Hemos retornado a la modalidad presencial, sin abandonar del todo el uso de plataformas virtuales, ya que la situación económica del personal universitario en este país no es fácil, ni tiene visos de sincerarse en el corto plazo.

¿Cómo es la plantilla docente actual? ¿Es una generación de relevo de egresados? ¿Cómo los ha afectado la diáspora?
La plantilla docente actual de la EDI-ULA está compuesta por profesionales calificados y comprometidos con la formación de nuestros estudiantes, varios de ellos con cursos de postgrado en diseño industrial a nivel de especialización, maestría e incluso doctorado. Si bien algunos de nuestros profesores son egresados de la propia escuela, también contamos con profesores que ingresaron a la EDI hace más de 22 años con formación en diseño industrial a nivel de postgrado en el extranjero. Para algunos tópicos de la disciplina tenemos expertos propios, cuya labor a veces reforzamos con la participación de expertos provenientes de otras instituciones y de campos de interés para el diseño industrial. La diáspora ha afectado en cierta medida a nuestro cuerpo docente, ya que algunos profesionales han buscado oportunidades fuera del país. No obstante, hemos sabido adaptarnos y hemos incorporado profesores invitados y colaboradores externos para mantener la calidad educativa que nos caracteriza.

Desafíos de cara al futuro

¿Cuáles son los retos de la EDI-ULA, a nivel académico y administrativo?
La EDI-ULA enfrenta retos tanto a nivel académico como administrativo. Desde el punto de vista académico, uno de nuestros desafíos ha sido la incorporación en nuestro plan de estudios de los cambios que ha experimentado el diseño industrial, manteniéndonos abiertos frente a los nuevos enfoques e integrando los aportes de las nuevas tecnologías. También consideramos importante: el gestar programas de postgrado y cursos de extensión que se ajusten a las fortalezas de la EDI y respondan a las necesidades del mercado y del sector productivo nacional, fortalecer y ampliar nuestras líneas de investigación, y propiciar una continua y cada vez más cercana colaboración con la industria para proporcionarle a nuestros estudiantes experiencias enriquecedoras que los ayude a insertarse mejor en el campo laboral. En cuanto al ámbito administrativo, uno de los retos radica en mejorar la infraestructura y los recursos disponibles para potenciar la experiencia educativa que brindamos en todos sus niveles.

¿Ha cambiado la visión/concepción del diseño industrial desde que se abrió la licenciatura hasta la fecha? ¿Qué cambios ha experimentado la profesión?
A lo largo de estos 25 años, la visión y la concepción del diseño industrial han experimentado cambios significativos. Hemos atestiguado la reconfiguración de muchos tipos de productos y en algunos casos incluso su desmaterialización. Hoy ya no sólo se habla del diseño de productos en un sentido estrictamente material y apegado a un Zeitgeist determinado, sino también de productos como interfaces y servicios en constante desarrollo. El “tiempo histórico”, estático y más manejable, al que nos tenía habituado el diseño tradicional ha empezado a ser suplantado por la variable “tiempo psicológico” y el efímero “tiempo real”. La experiencia del usuario ha llegado a cobrar un papel muy relevante en la concepción de los productos haciendo que su diseño se mueva entre la usabilidad, el diseño de objetos placenteros y la sostenibilidad. El diseño colaborativo ha dejado de ser visto como sólo “para la gente” (hecho por diseñadores para el público consumidor). Desde hace unos años atrás no sólo se viene hablando de crear diseño “con la gente” sino también de diseños hechos “por la gente”, por supuesto, con la guía de un diseñador. De manera semejante, las formas tradicionales de aproximar la innovación en el diseño de productos como aquella centrada en el usuario (user-driven innovation) y aquella empujada por la tecnología (technology-driven innovation), se han visto enriquecidas por otros enfoques como el de la innovación guiada por el diseño (design-driven innovation) y la innovación orientada por la dinámica social y cultural de las naciones (socially-driven innovation). Este rango de visiones y posibilidades ha hecho que el trabajo de los diseñadores industriales abarque cada vez más aspectos, integre cada vez más conocimientos de otras disciplinas, y haga que éstos asuman una mayor cuota de responsabilidad social y ambiental como parte de su hacer, en procura de soluciones cada vez más sostenibles. A esto se suman los avances del diseño asistido por computadora, las posibilidades que brinda la impresión 3D y otras tecnologías, las cuales han revolucionado la forma en que los diseñadores industriales desarrollan y presentan sus ideas. Por lo que los cambios de la disciplina no han sido pocos para dar respuesta a los desafíos del mundo actual. Y es así, precisamente, como lo entendemos y asumimos en nuestra Escuela.

¿Hay diseño industrial venezolano?

¿Cómo perciben la situación actual del diseño industrial en Venezuela?
La situación actual del diseño industrial en Venezuela presenta retos significativos. Muchas de las cosas que son habituales en otros países son prácticamente impensables aquí. No poseemos los recursos económicos ni tecnológicos de otros países. Esto no significa que nuestros diseñadores vayan a ser menos creativos o que deban ser formados con menos conocimientos y destrezas que los de los países más avanzados. Todo lo contrario. Vivir en un país lleno de limitaciones es algo que impulsa a la gente a ser cada vez más creativa, y saber más sobre lo que nuestro medio no es capaz de darnos no es en ninguna medida una forma de limitar nuestras potencialidades. Saber más ayuda a entender mejor lo que aún no se tiene e incluso a cuestionar si es del todo necesario tenerlo (al menos en los mismos términos que se tiene en otros países). Entonces ¿por qué seguir intentando emular el diseño industrial de otros países? Es mucho lo que nuestros diseñadores pueden hacer para dar respuestas apropiadas a los retos que a diario nos plantea nuestra realidad. Debemos centrarnos en lo que el diseño industrial puede ser y hacer realmente en un entorno como el nuestro. Para “crecer” y consolidarse el diseño industrial en Venezuela debe dejar de ser “una disciplina en busca de un país que lo acoja” y pasar a ser una disciplina que responda realmente a la idiosincrasia y forma de ser del venezolano. Y en esta dirección debemos dejar de seguir confundiendo el “diseño hecho por venezolanos” (hecho muchas veces bajo valores y con tecnologías de otras latitudes) con el “diseño venezolano”. La discursividad del diseño venezolano está, a nuestro entender, bastante estancada. Seguimos confundiendo al diseño venezolano con una suerte de atavismo artesanal. Solemos quedarnos con lo obvio (como el uso de algún material típico) y conformarnos con sutiles reformulaciones de soluciones ya prefiguradas. Seguimos creyendo que hablar de un diseño industrial venezolano es aludir a la creación de una suerte de souvenires más decorativos que utilitarios, pero curiosos y atractivos para personas de otros países. Por lo que rara vez abordamos el proyecto para algo tan cotidiano como una cocina a gas, una nevera, un vehículo o un juego de muebles de sala, por decir algunos, pensando en cómo y qué alimentos cocinan los venezolanos, en cómo y qué productos almacenan en sus neveras, en cómo nos trasladamos y qué podemos pagar, en cómo nos sentamos y socializamos en una sala. La ausencia de este tipo de interrogantes en las propuestas de diseño hechas en Venezuela y para Venezuela, hace que el diseño industrial de nuestro país no termine de encontrar su centro, es decir, aquello que lo define, caracteriza y hace competitivo frente al diseño de otros países.

En este sentido, un diseño industrial sin identidad propia es un diseño sin rumbo. Por lo que debemos empeñarnos en abordar este aspecto esencial, que no sólo abarca la manera como configuramos la funcionalidad y la estética de nuestros productos sino también los materiales, procesos y medios a través de los cuales se producen, las maneras como se distribuyen y comercializan. Por lo que no estamos hablando de algo cosmético, sino de algo fundamental. Al respecto puede que surjan varias interrogantes. La primera quizás será ¿hasta qué punto es pertinente diseñar en función de Venezuela para competir en el concierto internacional del diseño industrial? Pareciera de entrada paradójico dado lo pequeño de nuestro mercado nacional y el tipo de inversión económica que los procesos de manufactura implican. Pero si no aprendemos a ser distintos, ¿qué le vamos a ofrecer a los demás países?

Los italianos tienen décadas promocionando su diseño a través de objetos que han hecho suyos, como cafeteras y cocinas empotradas. Y al decir esto, quizás estemos pensando ¿pero quién va a querer cocinar como un venezolano fuera de nuestro país? Depende de cómo lo abordemos. Lo mismo se decía hace décadas de nuestras arepas de harina pre-cocida (¿quién va a querer comer arepas que no sea venezolano?) y hoy en día se venden mucho en diferentes partes del planeta como un producto venezolano. Debemos aprender a “vender” lo que mejor hacemos. De hecho, si tomamos como ejemplo el caso de la “cocina italiana” veremos que en el fondo no es otra cosa sino una reformulación de aquella cocina modular y racional creada en Frankfurt en 1923, posteriormente retomada a nivel constructivo mediante el uso de materiales como las maderas aglomeradas y la fórmica en las famosas “cocinas americanas” que conocimos en nuestra Venezuela de la década de 1970. Entonces, ¿Qué es lo que las ha hecho italianas? Algo parecido deberíamos estar pensando sobre nuestros productos. Por otra parte, y en una tónica totalmente distinta a esta, hay que buscar vías para aunar esfuerzos en aras de propiciar un mayor reconocimiento del aporte que el diseño industrial puede hacer por la competitividad de las empresas manufactureras del país. Un punto de partida para ello sería apoyar las iniciativas de asociaciones de diseñadores existentes en el país, en lugar de seguir proponiendo otras nuevas. Si no nos unimos y nos reconocemos nosotros mismos como parte de un mismo gremio, mucho menos lograremos que quienes no son diseñadores industriales reconozcan nuestro valor y aporte a la sociedad.

Recientemente reseñamos los logros recientes del egresado y ex profesor Sergio Alonso.
Los egresados

En Simbold tenemos contacto con varios egresados que ejercen exitosamente su carrera en diferentes países del mundo. ¿A quiénes llamaron para celebrar y qué aportes les dieron?
Para celebrar los 25 años de la EDI-ULA, hemos intentado contactar a la mayor cantidad de egresados posibles, invitándolos a participar en los eventos y actividades conmemorativos de este año jubilar de la EDI. Pero no ha sido fácil, aun cuando nos valemos de las redes sociales para hacerlo. Hace unos meses impulsamos un proyecto que decidimos llamar “Somos EDI”, como vía para recabar mediante videos cortos las impresiones de nuestros egresados sobre lo que están haciendo como parte de su profesión y sobre la formación que les dimos, sea que vivan dentro o fuera del país. Y el balance general de los que atendieron este llamado fue bastante favorable y enriquecedor, especialmente de aquellos que han tenido la oportunidad de trabajar o simplemente interactuar con diseñadores formados en otras partes del mundo. Esta suerte de entrevistas cortas, nos han servido para rescatar parte de nuestra historia, conocer que tan bien han logrado posicionarse nuestros egresados en el campo laboral y brindar a nuestros actuales estudiantes tanto una visión retrospectiva de lo que hemos sido como una prospectiva de los posibles desafíos que les esperan al egresar. Hay egresados que incluso responden de manera entusiasta a nuestras solicitudes de colaboración en lo que respecta a compartir aspectos de su experiencia profesional a nivel de charlas, conversatorios y talleres para apoyar las actividades no sólo de este aniversario de la EDI sino también nuestras actividades docentes regulares. Algunas de estas iniciativas han surgido incluso directamente de los egresados, quienes en algunos casos han contribuido con donaciones de equipos e insumos y de servicios para homenajear y reconocer el valor de la que fue su Escuela. Los éxitos de nuestros egresados son motivo de orgullo para nosotros y una muestra del impacto que ha tenido en sus vidas y carreras profesionales la formación que les dimos.

¿Qué investigaciones están desarrollando actualmente?
En la educación universitaria la investigación es una parte fundamental de lo que cada profesor es capaz de enseñar a sus alumnos, sea desde una perspectiva esencialmente reflexiva, metodológica o práctica. Razón por la cual, desde que la EDI inició sus actividades en 1998, sus profesores han estado investigando. En la actualidad, se están desarrollando en la EDI investigaciones de variada índole, todas ellas con un énfasis en el diseño industrial a pesar de su temática. Para darte una idea, en la escuela se están adelantando investigaciones sobre: la identidad del diseño venezolano, sobre la historia de nuestra Escuela (a raíz de este aniversario), sobre el impacto del diseño industrial en la formulación de elementos urbanos para el caso venezolano, sobre las posibilidades de vincular diseño, biomedicina y robótica en nuestro medio (recuerda que la ULA tiene un Centro de Innovación Tecnológica que genera productos de bioingeniería para el consumo nacional), y sobre sostenibilidad energética y diseño (un tema candente en la actual situación-país), entre otras. Aunado a esto está el trabajo de investigación que se hace como parte de los proyectos de grado y el servicio comunitario universitario donde la investigación es un factor determinante para aportar soluciones innovadoras y relevantes para la sociedad.

Hubo un período en el que la EDI-ULA «inyectó el chip del emprendedurismo» a sus alumnos, que generó como resultado una movida de pequeños estudios con una gran búsqueda de imprimir «identidad venezolana» a los productos. ¿Cómo evalúan retrospectivamente esos hechos pasados?
Si nos remitimos a la respuesta dada a la pregunta Nº 6, se hace claro que eso que algunos pueden pensar como transitorio o periódico en la formación de nuestros egresados no es así. Lo único transitorio sería la forma como se dio en ese momento. De hecho, no tenemos duda de que aquellos de nuestros egresados que han tenido la valentía de mantenerse en esa movida, más allá de adaptarse y hasta reinventarse frente a nuestra cambiante realidad, han entendido -mejor que otros diseñadores- que esta es una vía dura, pero necesaria para ayudar a introducir el diseño industrial en nuestra sociedad. Más aún, si se toma en cuenta que la situación económica y productiva del país no está mejor de lo que era en aquel entonces. Lo interesante de ese grupo de egresados fue y sigue siendo el espíritu de experimentación que en ellos privó o sigue privando, aunque no sea con la misma intensidad y orientación, ya que no es tarea fácil saber qué producir y cómo hacerlo en Venezuela. Más aún frente a nuestra tendencia muy venezolana de dar prioridad a la importación por encima de la producción. Situación que esperamos que en algún momento cambie para darle a nuestros egresados más opciones de las que han existido en estos últimos 25 años para ejercer su profesión en el país. De ahí que, viéndolo en retrospectiva, tanto el “emprendedurismo” como la búsqueda de la identidad del diseño venezolano, sigan vigentes como ejes de lo que nuestra Escuela de Diseño Industrial seguirá promoviendo hasta que sea posible evaluar otro tipo de rumbos con el mismo nivel de prioridad.

Fuente de las fotografías e imágenes: Archivo de la EDI-ULA

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