El tema causa prurito, pero es una realidad que está “allí” que no se me antoja dejar pasar para que vengan de otros lugares a estudiarlo y sacarle provecho.
Por Elina Pérez Urbaneja
Cuando estuve en el 2014 en el Wolfsonian Museum, ubicado en un hermoso edificio art decó de Miami Beach, fui con la recomendación de conversar con el jefe de curaduría de aquel momento. El investigador estaba muy interesado en adquirir para la colección permanente “piezas propagandísticas de Chávez”. Lo que les puedo comentar es que para esa fecha la exposición que ocupaba las salas del Wolfsonian era sobre el diseño del fascismo de la era Mussolini.
Desde aquel momento he sabido de otros investigadores extranjeros o venezolanos que residen fuera del país que están interesados en compilar y/o mostrar la gráfica del chavismo. Me he dado cuenta que esa veta que ellos están viendo no se considera en nuestras escuelas de comunicación, artes ni diseño, y es un tema que debería ser revisado, analizado y reflexionado para no olvidar, para no tropezar de nuevo con la misma piedra o… ¿por qué no? para tomar algunas lecciones que puedan aplicarse en campañas democráticas.
Nosotros-Ellos
Las pocas veces que he tenido la oportunidad de compartir con personas de la cultura ligadas con el chavismo me he dado cuenta que suelen considerar (o confundir) que el diseño gráfico, el muralismo y el graffiti son lo mismo.
Otro punto llamativo es que desde el mundo del diseño donde me muevo, que es el opositor, lo que se hace en la otra orilla se desconoce. Desde este lado no tenemos mucha idea de quiénes son los principales artífices o quién hace qué en el mundo gráfico del chavismo.
Al identificar los expertos a entrevistar para mi tesis de maestría, me pareció equilibrado incluir algunos diseñadores que hubieran trabajado propaganda para el gobierno, por lo que consulté entre varios amigos. Muchos de los que hicieron propaganda roja en los momentos del manirrotismo, actualmente esconden con vergüenza ese pasado.
El diseño en tono bélico
Al adentrarse en el diseño del chavismo hallamos la figura del colectivo creativo con nombres bélicos, porque el clisé “revolucionario” así lo amerita. Los cambios notorios se motorizaron en el país después del intento de golpe de estado de abril del 2002, cuando el presidente Hugo Chávez cayó en cuenta de la importancia vital de las comunicaciones para mantener el vigor de su proyecto ideológico, y en consecuencia, se creó el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (Minci) y se recurrió a la propaganda en diferentes formatos como estrategia.
Esto conllevó al diseño de propaganda en medios impresos, para lo que se necesitaba recurso humano preparado para ello.
La acción pasó al diseño gráfico en forma de colectivos entrenados en cursos dictados por el Minci y el Inces para la guerrilla comunicacional, los cuales comenzaron a intervenir muros de pueblos y ciudades con murales y graffitis que contribuyeron a mantener el “proceso revolucionario” en el plano simbólico. Los mismos, se acotaron en las zonas geográficas dominadas por el chavismo.
Algunos colectivos se han fortalecido hasta el punto de formalizarse laboralmente con la realización de marcas, páginas web, afiches, publicaciones, etc., para la institucionalidad gubernamental. Entre los que se han robustecido están Trinchera Creativa, Ejército Comunicacional de Liberación y Comando Creativo.
Adicionalmente han surgido proyectos educativos como la Escuela Nacional de Gráfica Popular María Sandoval (Engrapo), que define como principal objetivo: “Promover una formación humanista y liberadora que tenga como eje central la tríada diseño, política y sociedad”. (Engrapo)
De igual manera este ecosistema del diseño gráfico que suma como mucho una década, ha generado organizaciones como la Red Nacional de Ilustradores y Narradores Gráficos (RING) formada en el 2011, que es apoyado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Según uno de sus integrantes, César Mosquera, RING está en la “búsqueda de una estética popular propia” (2015).
Y en la lógica de la campaña electoral permanente surgió un ícono que muchos han equiparado con la famosísima imagen del Che Guevara tomada de una fotografía de Korda: los “Ojos de Chávez”, que se atribuyen a José Miguel España, quien la creó para el Comando Carabobo en el 2012.
El tema del fraccionamiento político ha ocasionado que los espacios de los diseñadores opositores y los chavistas se desarrollen por separado. Lo que se hace de un lado, no se conoce del otro, aunque es más notorio el desconocimiento del lado opositor, que viceversa. Incluso a nivel de eventos, el sistema pro-gobierno nacional ha cultivado su propio dinamismo, con la realización de numerosos mercados y ferias de diseño y artesanía, e iniciativas puntuales como encuentros, conversatorios o el Primer Pabellón de Cómic que se insertó en la Feria Internacional del Libro, Filven 2010.
Capítulo aparte merecerían el graffiti y el muralismo, otras manifestaciones gráficas muy presentes en el chavismo, que también son realizadas por los colectivos mencionados y por muchos otros más como Pólvora en la calle o La Mancha. Este último también hace diseño editorial. En su haber posee el premio del Centro Nacional del Libro (CENAL) con la colección La Buena Calle, que recopila poesía.