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Fernando Batoni desnuda la identidad gráfica de Réquiem para un Zapato

El diseñador gráfico y bajista de Zapato 3 cuenta el proceso creativo y el significado de la imagen del tour que rinde homenaje al fallecido Diego Márquez.

Por Jhonson Franco.

Si Fernando Batoni se pasea entre las 4 cuerdas del bajo al producir sonidos para la banda Zapato 3, la geometría y la matemática son sus bases para crear la imagen gráfica del grupo de rock. Un ejemplo de ello es la identidad gráfica de Réquiem para un Zapato, tour en honor a quien daba los potentes golpes de batería: Diego Márquez, el “zapato” caído a inicios del año 2022.

Al pasar el chip de músico a diseñador “disfruto la geometría, sin ella no pudiera trabajar”, asevera Batoni. “Siempre desarrollo y construyo con geometría y matemática, buscando anclajes precisos para cada elemento. Como constructor de imagen, creo que la geometría es el pilar para crear una marca potente, solemne y perdurable”.

Z dolorosa, fuerte y para el recuerdo

La identidad gráfica de Réquiem para un Zapato es considerada por el diseñador egresado del Instituto Neumann su trabajo más personal y “excesivamente minimalista, porque trabajé solamente en una Z de alto impacto, troquelada por una X”.

“La Z tiene una especie de dientes de sierra de metal. No hay nada más doloroso que cortarse con un elemento con dietes de metal. Tiene eso porque en mí hay un dolor psicológico muy grande por la muerte de Diego. Era alguien muy cercano, como amigo y músico”, explica Batoni sobre la imagen creada a partir de 3 figuras geométricas.

En cuanto a la X, “se ha usado como símbolo de muerte en muchos elementos de la historia y en los cómics.

Estamos troquelando la Z con un zapato menos. La X corta, pero también ancla y sujeta todos los elementos de la Z”, dice el bajista. “Todo tiene la misma matemática. Si te fijas, el elemento negativo que produce la X en la horizontal de la Z es del mismo tamaño de los dientes externos de la Z”.

“El símbolo está hecho para todas las personas que nos han acompañado, que nos han dado cariño, afecto y fuerza por mucho tiempo. También está hecho para nosotros (la banda). No quería que nada compitiera con esta Z y con su X. (Quería) que toda la simbología y recuerdo de este tour quedara en esa Z blanca sobre fondo negro”, alega el diseñador.

Fotografía tomada del fanpage Facebook: Zapato 3.
Cómo diseña para Zapato

Fernando reconoce que diseñar para la banda no es fácil por la presión que él mismo se pone. Hizo ochenta bocetos para concretar la imagen de Réquiem para un Zapato.

“Hago la Identidad gráfica, logotema, símbolos, y emblemas porque es una de mis fortalezas como diseñador. El trabajo tipográfico me gusta: el correcto interletrado, interlinea, proporciones tipográficas. Trabajo con mucha fuerza y precisión el diseño de marca y el trabajo tipográfico”. Batoni agrega que le muestra a la banda los diseños una vez que él ya está seguro de su trabajo.

A las bases geométricas, Batoni suma las reglas de diseño zapateras, que son: proyectar la música que se toca; proyectar una imagen que venda, “que por supuesto es el fin de todo producto”; y llevar la contraria, “tener la valentía de no entrar en la típica casilla de las imágenes gráficas que están siendo exitosas. Ser irreverente es parte de la personalidad de Zapato 3”.

Portada LP. Sencillo «Ahora estoy sin tì». Sonográfica, 1991.
Cambios constantes

Si la irreverencia hace que Zapato 3 no repita fórmulas musicales, ni si quiera la del disco Bésame y Suicídate, su mayor éxito, tampoco se repite en las gráficas. Incluso el símbolo del Águila Bicéfala, quizás el más tradicional, ha sido modificado y no se utiliza perennemente.

“Habitualmente las bandas mantienen un emblema o un logotipo, pero Zapato tiene esa inquietud de siempre estar inconforme. Es como una metamorfosis. Nos gusta que las cosas sean maleables y se transformen”, piensa el músico.

“Nuestra responsabilidad como creadores, como artistas, es proponer algo y eso no siempre es hacer lo anterior. Intentamos ese elemento sorpresa, de riesgo. Nos gusta seducir con nuestra música y nuestro diseño, eso nos ha permitido estar acá después de 30 años. Ver gente que nos acompaña y que el trabajo sembrado sigue siendo reconocido, con nuestros errores y aciertos, significa que lo que se hizo, se hizo bien. El fin de un artista es que su trabajo sea recordado”.

Y Batoni amenaza con que Zapato va a seguir “con esos atrevimientos, con esos riesgos y esas ganas de llevar la contraria. Eso nos gusta como filosofía”.

Portada de LP: Separación. Sonográfica, 1993.
La rebeldía de no ser arquitecto

Cursando el bachillerato y con la pasión por la música, Fernando Batoni tenía en mente ser arquitecto, carrera para la que fue aceptado en la Universidad Simón Bolívar. “Mis papás estaban ‘¡guao, Fernando va a estudiar arquitectura en la Simón!’ Más vale que no, porque se fueron de viaje y yo vi un aviso pequeño en el periódico sobre pruebas de admisión en la escuela de diseño y me fui para allá”.

Batoni convenció a un tío para que le diera el dinero de la costosa y exigente prueba de 2 semanas del Instituto de Diseño Neumann. Entre 200 aspirantes fue uno de los 40 aceptados.

“Cuando mis papas llegaron, dije: ‘papá, me inscribí en una escuela de diseño y perdí el cupo de la Simón…’ Se me abrió el mundo cuando fui a esa escuela, con profesores formidables en textil, escultura, cerámica, carpintería, dibujo, pintura, eso me apasionó mucho”, señala el bajista.

El cambio a diseño vino “quizás por inmadurez. Por llevar la contraria. Por ir a lo más alternativo e irreverente. A veces pienso que yo sería tremendo arquitecto”, reflexiona el creativo.

Fotografía tomada del fanpage Facebook: Zapato 3.
Entre Zapato 3 y el diseño

Los compromisos con Zapato 3 hicieron que por un tiempo Fernando se alejara del diseño y se desactualizara. “Cuando retomé el diseño, venía tarde con la tecnología y tuve que ponerme al día con los programas de manera autodidacta. Cuando me gradué, básicamente (el diseño) era un trabajo artesanal, poco digital”.

Batoni confiesa que “daba clases de diseño gráfico y mis alumnos eran superiores a mi trabajando los programas, pero mi punto fuerte era enseñarlos a pensar como diseñar, enseñarlos a razonar, enseñarlos a investigar, a construir algo desde cero hasta dar forma y vida a la imagen”.

Tiempo después fue Zapato 3 el olvidado y el diseño su sustento. Batoni se mueve entre acordes y gráficas. Ahora une sus dos pasiones para, junto a sus compañeros de banda, ir de gira con el Réquiem para un Zapato.

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