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Superama inspira a las mujeres a vincular el arte y la tecnología

Ganadora de un Emmy por un proyecto personal, fue directora de arte en Nickelodeon, hace branding, arte digital y sus murales han llegado hasta China.

«El Premio Emmy fue el broche de oro de Pin Pam Pum», declara la ilustradora y diseñadora Amaranta Martínez desde Florida, donde reside y trabaja.

Pin Pam Pum fue un show infantil que concebió como proyecto personal para niños en edad preescolar: «Fue un proyecto de nosotras, madres latinoamericanas, para ellos, nuestros hijos, con nuestro estilo de hablarles y cantarles». El proyecto debió cerrar en 2020 y entonces ella decidió postularlo al famoso galardón para la televisión, resultando ganador en «Category of Graphics Arts» por el «open» del show, que hizo junto a su esposo Juan Somarriba, experto en 3D Art.

Como no hubo ceremonia de entrega en plena pandemia por Covid-19, la estatuilla se la enviaron a su casa, donde actualmente destaca al lado de 5 Promax y un AI-API Latin American Illustration.

Estos premios han reconocido el talento de una carrera iniciada en Caracas, tras graduarse como ilustradora en el Instituto de Diseño Caracas a finales de los años noventa. También se han convertido en «credenciales que abren puertas», nos confía la entrevistada.

Primera parada: Nickelodeon

Amaranta Martínez llegó a Miami en 2002, contratada para trabajar en un proyecto del Grupo Cisneros, que al cabo de un año cerró.

Luego de tantear aquí y allá, en 2005 comenzó a trabajar como directora de arte en Nickelodeon, que la trasladó a vivir a Buenos Aires.

«En Nickelodeon fui escalando y aprendì de liderazgo y trabajo en equipo, porque me tocó manejar un grupo grande. En esta reconocida empresa del entretenimiento conoció a quien se convertiría en su esposo.

Tras quedar embarazada de mellizos, renunció: «Fue doloroso, porque además, me tocó mudarme de país -nuevamente a los Estados Unidos-, y trabajar desde la casa más producción, que animación. Entonces supe que era el momento de reinventarme».

Y surgió Superama

Tan sonoro naming reúne el prefijo «Super» y el «Ama», diminutivo de Amaranta. «Este nombre me daba confianza y credibilidad. Nació luego de la maternidad, cuando el ritmo laboral bajó, pero sin un retiro definitivo», relata.

La transmutación a Superama, lejos de intimidarla, propulsó a la creativa hacia proyectos diversos alrededor del mundo, incluyendo animación, ilustración, branding y muralismo.

«Dicen que eso no se debe hacer, que lo correcto es especializarse, pero esa no es mi personalidad. Yo me identifico con Leonardo Da Vinci por lo multidisciplinario. Prefiero vivir mi vida así», afirma.

No obstante, hay un elemento unificador en su trabajo: la paleta de colores vivos, sin importar el medio. Ese estilo es su gran atractivo y superpoder.

Los murales

Para Superama crear y ejecutar murales es el trabajo «más hermoso, pero difícil», para el que ha desarrollado una metodología de trabajo aplicada en equipo integrado principalmente por mujeres.

«A la hora de la creación, soy yo sola conceptualizando. Luego, viene el reconocimiento del espacio en cuanto ubicación, luz, entorno, tomar medidas… Luego, en la ejecución, viene el esfuerzo físico, pues hacer un mural es arduo».

Superama ha realizado murales en espacios interiores y exteriores. Incluso, ha llevado a cabo proyectos grandes como el Powerlong Mall, en China.

Mujeres en la Web3

A Amaranta la emociona el trabajo que realiza actualmente con la comunidad Web3 Equity, de mujeres en la Web3: «Como soy muy curiosa, esto es perfecto para mi. Por eso decidí ser embajadora».

«En esta comunidad conseguí mucha ayuda para andar un nuevo camino con la Inteligencia Artificial, los NFT’s y la realidad aumentada. Si bien, aún hay mucho ensayo y error con la tecnología, cuando alguien te lleva de la mano, sientes libertad y no miedo», indica.

En ese sentido, Superama se sabe parte del cambio, no sólo al involucrar la tecnología digital en su trabajo análogo al incorporar realidad aumentada en sus murales y la acuñación de NFT’s, sino por el hecho de ser mujer, ya que en las estadísticas mundiales desafortunadamente resalta la inequidad en el acceso a la tecnología para las féminas.

Por lo pronto, Amaranta Martínez espera continuar desarrollando proyectos que tengan impacto positivo para las mujeres en «tech». «La vida me está llevando por este sendero que recibo con los brazos abiertos», concluye optimista.

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